el Superagente 86

 

Si Koldo fue el más inteligente de la derecha de Ábalos, nos podemos figurar en manos de quiénes nos hemos abandonado. Nos lo quieren pasar por Superagente y no llega ni a coincidir con Superagente 86. Tampoco es que sea tonto del todo y preparado en universidad de Agente Secreto... pero sin duda no es lo que parece a primera vista. Más bien es alguien al que han elegido por su falta de estética y ética dando el persil del tonto muy tonto, al servicio del capital socialista. Es decir: a Sánchez y sus congéneres.

Es bueno disponer de un individuo que puede matar por uno, y después echarle la culpa de todo lo que sucede a su alrededor poniéndole la miel en los labios, para que pique.

Y como ya hemos dicho que el Superagente 86, se parece más al de la película, pues entendemos que da el perfil del que asume con total dignidad las mordidas de su VIP, Ábalos, en todo aquello que pueda echar mano.

Ábalos se ha visto obligado a dar la cara por el muchacho..., pero no cuela. El culpable es Ábalos y su brazo derecho: también. 

Total,

ambos dos deben pagar las consecuencias de lo acontecido con las mascarillas y con los bulos distribuidos contra otros personajes de la política que nada tenían que ver con Sánchez, ni con la psoe.

Es muy fácil echar la culpa a los demás (tirar la piedra) y esperar qué efecto produce el choque de la pedrada.

Es impresionante ver como los socialistos esparcen la mierda a los demás sin que se le caiga la cara de vergüenza y la moralidad patine. Entiendo que cuesta mucho aprender a gobernar un país a base de mentir a todo el mundo. Yo me pregunto si a eso ¿se hace o se nace? Tal vez una combinación de ambos. Más que nada porque no hay uno solo de los socialistas que no mienta como el jefe. Sin moralidad alguna.

Y, por tanto, necesitamos conocer la verdad de todo este embrollo y llevar a los culpables frente a la justicia cuanto antes mejor.

El vídeo da aparente información de las pesquisas a seguir y, de esta forma, vamos despejando las dudas que pudiéramos tener de las diferentes líneas de investigación. ¡A por ellos, carajo!