jueves, 28 de abril de 2011

¡qué divinos reinantes!

da miedo ver a los polìticos de turno tirarse las mierdas a la cabeza: ¡y qué cantidad de mierda! sin embargo todas ellas no les ruboriza ni siquiera un poquito.
cuando un gobierno: el de turno, le tienen que estar dando capones una vez tras otra de como está comportándose en su mandato, sería serio que ese individuo dejara la silla y se dedicara a otra cosa más rentable para él y para los demás. sin embargo está claro que la silla del Congreso debe poseer un vibrador adaptado al asiento que cumple, perfectamente, con el cometido de fabricación y todo el mundo quiere sentirlo en el vacío rectal; por eso en cada legislatura le cambian el consolador, suministrándole pilas de larga duración. este artilugio es tan bueno que sus señorías no quieren dejar el escaño ni por ruegos de los ciudadanos.
ya está bien de permitir que determinados individuos nos controlen nuestras ya controladas vidas, y si no que se lo comenten a los adaptados chinos y japoneses del mundo mundial, amén de a otras entidades de países repartidos por el planeta.
hace tiempo comentábamos las bodas que los países de la Comunidad Europea tenían con China y el buen resultado que daba su sistema político. nos estaban diciendo que nos apretáramos el cinturon y que el resultado de la economía sería la que estamos teniendo: ¡basura!, que diría la bruja Lola. los ciudadanos de a pìé, están cobrando lo mismo que hace 20 años con el regocijo de las empresas y empresarios enganchados al gobierno reinante. el resto de la PYMES no se comen un colín y se aprietan la correa del pantalón aún más que el ciudadado currante.
espero, por nuestro bien, que los gobernantes tengan suficiente poder adquisitivo para vivir olgadamente, porque si no, nos lo van a hacer pasar aún peor.
¡¡¡que Dios nos coja confesados!!!