lunes, 7 de junio de 2021

es una pena

 que se hayan separado Bill y Melinda Gates. A mis 70 años me hubiera ofrecido como hijo adoptivo de la pareja. 
No he visto una mente tan trabajadora como la que posee Bill. 
Ahora quiere hacer los preservativos de grafeno una sustancia 200 veces más resistente que el preservativo normal. Una sustancia que están intentando trasladar a los satélites. Imaginaros. Así, cada vez que te mires la polla o veas un cohete sentirás la misma sensación de placer a largo plazo. No sin antes haberte tomado un chute de grafeno como vacuna contra el covid-19. Fijaros si va rápido los inventos de Bill que, los microchips personas, están ya caducos. Ahora se está probando el carnet de vacunación invisible. La hostia de la hostia en revolución tecnológica. Vamos tan deprisa que no nos va a dar tiempo a probarlo todo para ver cual es lo mejor para disfrutar de ello. Cuando le has cogido, o no, el gustillo a algo... ya está Bill sacando otra cosa un poco más mejorable... Lo que no le ha dado a Bill es por hacerse un cohete, personal, de Tesla, y se fuera a tomar por el culo con la compañía del papa Franc.
¿Es el grafeno un peligro?
Un grupo multidisciplinar de la Brown University, encontró que las nanopartículas de grafeno presentan bordes dentados muy duros capaces de romper fácilmente las membranas de las células pulmonares. Imaginemos si las usan en preservativo cómo puede dañar las partes genitales de los comunicantes.
No me extrañaría que hubieran introducido grafeno en las ampollas de las vacunas. Hay vacunados a los que se les pega el imán o objetos metálicos en el lugar donde le inyectaron. Por descontado que están los pro vacunas que dicen que no es verdad el dato. Sin embargo no es un caso aislado hay mucha gente que lo ha probado con resultado de imán.
Estamos hasta las pelotas de servir de granja humana a estos payaso... y que me perdonen los payasos de circo. Al menos, si Bill, nos hiciera reír... pero ni eso.
Total;
que estamos en el momento álgido de los inventos y a un mogollón de ingratos para probarlos. No tienen miramientos a la hora de obligarte bajo amenazas de todo tipo. Y si te he visto no me acuerdo. No vengas a quejarte ni a pedir indemnizaciones porque no está "el horno para bollos". 

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