martes, 15 de junio de 2021

Ayuso: no te dejes engañar.

cuando a una persona, como Ayuso, le achacan lo que no ha dicho, pero que luego tiene que desdecirse de lo no dicho por petición de su presidente de partido, y tiene que volver a repetir lo que dijo con otras palabras para que lo entienda la mitad de la población socialista... esa persona debería estar de presidenta de Estados Unidos. Cosa que a Sánchez le vendría bien porque, de ese modo, estando Ayuso de presidenta del gobierno norteamericano, se entendería que se hubieran comprendido con tan pocas palabras como ha tenido con el presidente Biden. Todo un presidente norteamericano que tiene menos guasa al caminar, que una muñeca Duracell. Todo sabemos de lo que iba el agente secreto ruso de Trump, pero la muñeca famosa de Biden, está por determinar. 
Pero como no hay dos sin tres... aparece la pegatina de Sánchez, en la figura de Casado, a corregir lo dicho por Ayuso, poniéndola al mismo trote de las pezuñas de Sánchez. Y es que lo tengo dicho: Casado no es más que la pegatina de Sánchez (y mala) y tendría que dimitir del Partido Popular. Ya se lo dejó claro una voz de fondo en la Puerta de Sol, llamándole traidor.
Y como nos faltaban títeres para amenizar la velada o jornada laboral tan complicada y apretada que suelen tener los presidentes... aparece el jubilado caracterizado de Biden, a dar anuncios por palabras sin decir esta boca es mía. Y resulta que, según Sánchez, estuvieron hablando vía telepática sobre la OTAN, la OTRAN y su contubernio con el rey Mohamed. Toda una conferencia mental sin mirarse a los ojos o sin decirse: Te quiero. Sin amor no se puede sellar nada. Y ahí estamos. 
Visto lo visto no me extraña que el mundo haya entrado en un colapso de quinta generación. No me extraña que, a vista de pájaro, los extraterrestres vengan a porrillo viendo en el momento tan lamentable por el que está pasando Gaia. Ellos, los creadores de la humanidad que tuvieron una mano a la hora de producir a tanto descerebrado, que se la podían haber cortado... La mano creadora.
Y como todavía no hemos tocado techo, aún siendo los techos bajos, estamos en un tris de convertirnos al Islam y pelillos a la mar. Están los judíos constreñida la respiración (que alguno ya está morado) de ver que el pueblo elegido está en camino. En Éxodo. Dios se debe estar frotando las manos de ver que el pueblo que casi muere en el ejercicio de andar 40 años por el desierto, vuelve al redil. Vacunado y todo. Un subidón tan grande no debería dársele a un jubilado con tensión alta, diabetes, y ganas enormes de morir dignamente y mandarnos a la mierda a la más mínima señal. Ha estado muchas veces a punto de terminar con la raza hecha de barro en formato cántaro, soplar dentro y que echara a caminar, a base de martillazo porque ya nos mandó inundaciones, fuegos, plagas, serpientes, y un sinfín de catástrofes... y aquí estamos dando por el culo a todo el que se presente con tarjeta divina. La verdad que habríamos de preguntar de qué material estamos hechos, para haber llegado hasta aquí con un Sánchez de presidente. Señor, Señor, como nos la has metido y sin vaselina...
En qué momento del vídeo se supone que Ayuso está coligiendo la figura del Rey en su emplazo como Jefe del Estado. ¿Quién ha sido puto maricón que ha sacado de contexto lo que Ayuso no ha dicho? ¿Quién es el judío que ha metido cizaña contra la figura de mujer mejor preparada y envidiada. Qué asco me dan aquellos que envidiosos, carentes de valor personal... se dan cita a desmerecer el valor de quien aporta algo a la sociedad y a sus ciudadanos. Isabel Díaz Ayuso es el nombre que debería figurar debajo de el de Isabel Zendal, en el hospital que lleva ese nombre. Esta mujer, en contra de todo misterio y conspiración socialcomunista, tendrá una nominación en la historia de España, muy en contra de los despojos que tiene la izquierda en sus filas. ¿Qué mención pueden tener Marlaska, Sánchez, Calvo, Celaá, Ábalos... y tantos otros mierdosos de la política actual. Espero que la Historia no pase... sino por encima, muy por encima de ellos hasta diluirles en la nada presencial. Así sea.
Presidenta, presidenta, presidenta, presidenta... 

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