miércoles, 17 de septiembre de 2014

qué pena que algunos amigos

míos, no vean este blog. Ellos apegados a la Santa Madre Iglesia, de todos los santos y fiestas de guardar. Ellos que no se enteran de cuando la ONU denuncia la existencia de 400 pederastas, la muerte de 800 niños en un lavadero del clero, ni la denuncia de misas negras por parte de algunos cardenales, ni ahora la detención de un coche diplomático del Vaticano con cuatro kilos de cocaína y 150 gramos de marihuana, en su interior. Ahora bien, hay que saber si era para venta o consumo propio. Lo primero tiene guasa y lo segundo un colocón de puta madre. 
Lo que no comprendo es por qué la policía francesa detiene el coche con matrícula diplomática del Vaticano, cuando tienen inmunidad diplomática hasta dentro de los coches o por donde pase el vehículo. Los agentes pertenecen a la delegación del Vaticano en Francia y el que conducía era un cardenal argentino -qué coincidencia con el Papa-, y acompañado de dos individuos que dijeron tener el vehículo para revisarlo. Los dos ocupantes, de nacionalidad italiana con 30 y 41 años respectivamente, afirmaron que la droga no era suya y que eran simples chóferes. Según los elementos disponibles, el secretario particular de Mejía -bibliotecario emérito de la Santa Sede, de 81 años-, les había entregado el vehículo unos días antes para que realizaran una revisión, pero aprovecharon para ir a España y comprar los estupefacientes. Al parecer -pensaron-, que no revisarían el coche por ser de la Santa Sede.
 Lombardi confirmó la detención de dos personas que viajaban en el vehículo de propiedad del cardenal argentino Jorge María Mejía y que llevaba un cargamento de droga, pero aseguró que nadie de la Santa Sede está implicado.
 Esto nos lleva a pensar si las ostias de la comunión no estarán aliñadas con un poquito de algo... para hacer la vida más llevadera y conseguir que los jóvenes vayan más a misa. 
¡Vivir para ver!

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