el pijo Gallardón

el modelo de hombre perfecto que atesora en su mente ideas grandes, como las obras de Madrid. Él, que estuvo en un Ayuntamiento cubierto de polvo de construi; deseoso de remar más alto en la conquista de un lugar, un puesto, una cartera que creo le ha venido grande, como sus propias ideas. Alcanzar la fama es fácil si tienes amigos introducidos en cualquier idea política y otros partidos que no sea el tuyo, que también. El Pijo, ha jugado a muchas vazas, aunque la que mejor le ha salido es la de los naipes del PSOE. En su partido, en cambio, siempre ha tenido problemas con unos y con otros por aquello -pienso-, de la envida kotxina que embarga nuestra raza. En este caso creo que su problema -la de Gallardón-, ha salido directamente de la cabeza de Rajoy que está muy atosigado, vilipendiado, agredido, en su gestión como presi, y su reacción ha sido comunicar con las mujeres antes que con Alberto. Ya lo ha dejado caer -después de unas lágrimas de despedida-, que su jefe le ha dejado solo y roto ante el peligro, y se ha ido a China a sustituirle por otro muñeco pepero de todo a cien. Espero, por el bien de España, que no venga enganchado a uno -muñeco- de silicona y la picha tiesa, porque sería lo último y único que nos faltaría a los españoles por ver y padecer. Sin embargo, y dado la situacción, los españoles somos muy comprensivos y condescendientes y sin duda, también, le dejaríamos ir con él -muñeco- al Congreso, para que tuviera falo donde agarrarse en los momentos más intensos entre sus señorías. Porque -sepamos- que Rajoy es muy sentimental y necesita fálicamente hablando, algo duro donde agarrarse cuando los contrarios le atontan con tantos problemas (como si él no los tuviera) y se le suman las del aborto libre. -Y ahora qué -pensará la Iglesia de Franc (pra los amigos)-, al ver que el muchacho no ha podido con el "nosotras parimos, nosotras decidimos", que a los jesuítas tanto les mina la moral. Moralina para unos, pero para las morales de los pedòfilos aún tenemos un resquicio que resolver -que no es pequeño-, y si no que se lo pregunten al Papa por el caso último del pederasta exnuncio, en República Dominicana, Wesolowski, que pagaba a menores para que se acostaran con él. ¡Esto tiene más moral que el aborto libre! ¡Menudos simbergüenzas!