jueves, 18 de septiembre de 2014

me viene grande

¡y pensar que tenemos misiles y hombres oruga capacitados para desplegarse y mimetizarse en el terreno, allende los lares de Turquía! ¡Tenemos geypermans al estilo Estados D´Esunidos!
España va a mandar misiles (me imagino que serán como los de Gila, pasta de cartón piedra) a Turquía y un escuadrón de 130 geypermans, a luchar contra los yihadistas. ¡No me puedo creer que sean soldados españoles!, sin duda son sudamericanos dando la vida por Estados Unidos y España; a la vez que tienen tratos con los Rusos y sus aliados. 
Pensando bien... imagino que Rajoy manda estas tropas por mandato de la OTAN; y porque cree que aquí en España, -concretamente en Cataluña-, los yihadistas que tiene Artur Mas contratados (300.000) y que pululan a sus anchas por toda Cataluña, los podemos vencer el resto de españoles que somos o quedamos en la Península. Y como el divide y vencerás, siempre ha dado paso a una ganancia a ultranza, Artur Mas debe pensar que divididos los españoles entre Turquía y aquí, nos tiene poco menos que conquistados. Es decir, que en vez de quedarse con un trozo de España... se va a quedar con todo el resto. Ya ha calculado que con todos los matones islamistas que tiene concentrados en su territorio, más, los que sacará del rey marroquí al que ha visitado con ese propósito, se va a hacer con España entera y después subirá hasta hacerse con la UE. Ya no necesitará ningún gobierno a gobernar. Él será un hombre gobierno, un emperador con moneda al uso que cambiará los designios de Dios y del mundo. -Hitler se quedará a la altura del betún-, junto a un Mas orgulloso de ser quien es y hacer lo que está haciendo. Yo quiero verlo conquistar España a roce de caballo y su dama (Rajoy) en lomo del mismo, galopando por todas esas tierras castellanas antes de que las venda la Cospedal y le entregue los dineros de la venta al hijo de Pujol para que los lleve a Andorra; otro distrito que tendrá en lid, tenerla en beneficio.
Viendo esta imagen, entiendo qué y a quienes mandará Rajoy a luchar en Turquía: los vigilantes de seguridad y escoltas privados.  Ese contingente de servidores públicos y privados que no servían para nada, y que ahora utilizan como camicaces en la lucha contra la piratería en aguas marroquies o más allá. Esos que utilizan los atuneros camino de Somalia y que eran abordados por piratas con parche en ojo -malos malisimos. -feos, feísimos. Y que tanto disgustaba a los capitanes atuneros porque sabían que lo que rateaban o sacaban de secuestros, eran dineros enviados a despachos particulares o negocios armamentísticos, en Estados Unidos. Ataques desde oficinas clandestinas vs. a otros negocios en negro. 
¡Ay, Señor, que vida has creado... para envidias de unos... para negocios guarros de otros... y para demostrarnos que desde la Casa Cuna en el Edén, hiciste que Caín matara a Abel, y que los hijos de Caín se distribuyeran por el mundo haciendo de su capa un sayo. Porque éstos son los hijos de Caín; como tu pueblo elegido, Israel, es el de la serpiente del Mal. Díme en qué momento de tu existencia te hiciste de la piel de la serpiente. Dime en qué momento de tu existencia pensaste en hacer una humanidad que sucumbiera a la tiranía, al asesinato, a la barbarie y a las guerras. Dime, Señor, en qué momento de tu soberbia divina, pensaste hacer que las guerras fueran un medio de superviviencia. Que el dolor sea una constante en las carnes de los pobres mortales. Dime, si no se te cae la cara de vergüenza, qué hiciste con Tú único hijo al que enviaste al mundo para que moriera en manos de sus propios hermanos, como Caín y Abel. Menudo memo que eres. Con tanto poder como el que tienes y resulta que lo malogras en juegos de guerra celestes. Menuda cagada has creado y encima, diciéndonos que somos hechos a tu imagen y semejanza. Pues conociéndonos como nos conocemos los humanos, menuda metedura de pata eres Tú y quien te hizo a Tí. Y después de tanta cagada celestial voy a decirte lo contraro de lo que dijo Tú Hijo en la cruz: olvídame. No vuelvas a pensar que existo. Déjame que mí designio lo encauce yo como quiera. Y el día de mi muerte no diré lo que Jesús dijo clavado: Padre, ¿por qué me has abandonado? Elí, Elí, ¿Lama Sabactaní?
¡Hasta nunca, so memo!

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