escuché en radio la disputa de la Espe con los policías locales, del Ayuntamiento de Madrid. A ese Ayuntamiento al que ha pertenecido y quería Mariano volver a mandarla. Solo faltaba que metieran a la zorra en el corral de las gallinas. Puso de vuelta y media a los locales; a esos mismos que han estado bajo su mandato en la capital de España. Menos guapos, les dijo de todo vía onda de radio, en el programa en el que entró. Los contertulios pusieron manos a la cabeza y eso que era ella la que estaba soltando por su boquita lagartos, lagartijas y serpientes. Y siempre pensando que fue ella la que aparcó su coche en mal sitio, que se negó a cooperar con los locales y se llevó por delante la moto de uno de ellos. Total, que cuando se fue a su casa dijo a los Guardias Civiles que tiene asignada la Doña, que se entendieran con ellos cuando fueran a su domicilio. Total que todo ello ha traído y llevado la mierda que estos hijos de Franco llevan escondido dentro, muy dentro, de sus entrañas. Solo ellos son necesarios en el mundo, los demás sobramos. Ahora resulta, que el juez que instruye el caso ve indicio de delito en los actos cometido por la Señora Grande de España; que ya hay que ser memos en España para que tengamos este tipo de mamarrachos por nuestra piel de toro. A la Espe, según los medios, no dan por ella ni una peseta de aquellas que llevaba retrato del Enano Cabrón. Me alegro que la justicia vaya poniéndoles en su sitio, porque son unos prepotentes, y este tipo de individuos en la política sobran. Y los que se parezcan a Rajoy, también sobran; porque para salir a comunicar a través de la plasma, pues que se quede en casa y pondremos un muñeco inchable -eso, sí, chino-, en su lugar en el escaño. Creo que acertaríamos más a la hora de llamarle presidente.
Como colofón, van a poner a la chochito de oro -o, almenos es candidata-, a la alcaldía... Ante todo, que los bajos estén repasados y listos.
¡Por favor, que cantidad de menos en el PP!
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