Como sustituta de Botella, y fuera de juego la muy Grande de España, la Espe, sólo quedaban para el puesto la chochito de oro, Saenz de Santamaría, y Cifuentes. Los madrileños deben de estar... -como decía hoy una niña de cinco años camino del colegio con su madre-: mamá, me he dejado la mente en la almohada. Pues así deben tener los madrileños la mente: dormida o durmiendo. Y es normal que se les haya secado el cerebro con los chochines de oro presumiendo y saliéndose del guión que ellos mismos escriben. Hemos visto políticos comunitarios que también hay que echarles de comer a parte. Pero es que en España todos -y digo todos-, están para encerrarles y tirar la llave. Valencia es un descaro... Andalucía un corralito... Galicia un pazo... Cataluña la casa de Mas y Pujol... Y así lo dice un alemán afincado en España: la visión de Alemania sobre España es la máxima corrupción política. ¿Será por eso que la Merkel vino a rezar al santo patrón Santiago? ¿O vino mirando los lugares que llegarán a ser de su propiedad, si esto continúa así? El alemán también dejó caer que a Alemania le va muy bien que los españoles seamos tan chorizos. Parece que todo el mundo se da cuenta del mordisco del perro alemán sobre España, menos nosotros. ¡Qué pardillos, madre mía!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario