grandes islas de basura van y vienen empujadas por las corrientes marinas oceánicas.
Investigadores han creado un modelo para determinar quién tiene la culpa de la aparición de estos enclaves flotantes de basura en el Pacífico.
Desde siempre, la basura ha sido un mercado negro lucrativo dirigido por las mafias y gobiernos sin escrúpulos. El emporio lucrativo de las basuras era saber dónde dejarlas caer o dónde enterrarlas sin ser vistos, aunque los contaminantes acuiferos de la zona se vieran perjudicados. En las pelis americanas hemos visto como desde ciudades colindantes al mar, barcazas cargadas de bolsas de basura eran introducidas a alta mar y dejadas caer en el mismo. Hemos visto como debajo de esas bolsas de basura había contenedores de productos quimicos contaminantes, y coches viejos para el desguace. Todo ello ha caido en la fosa común donde infinidad de animales marinos tienen sus reservas de comida. No ha importado que determinadas costas playeras hayan sido afectadas por este enjambre de fluidos flotando por su superficie. Creo que es fácil adivinar quién o quienes son los responsables de estos restos o desperdicios, y debemos preguntarnos que, si estamos echando esto al mar, cómo no tendremos la tierra rellena de estos desechos.
El caso es que los lechos marinos se ven contaminados y los animales marinos se ven sin alimento y comiendo los plásticos y enredándose en ellos, lo que provoca su muerte a corto y medio plazo. Nadie, al parecer, tiene resuelto el tema de las basuras que tiramos a los contenedores y que nunca nos preguntamos qué hacen con ellos. El reciclaje es una medida pequeña, para el gran tonelaje de residuos que producimos. En los dibujos de los Simpsons hay un capítulo que hace referencia a la existencia de estas mafias públicas y privadas, que negocian con las basuras.
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