Tenemos una sarta de psicópatas, que el mundo no se merece. Desequilibrados mentales que gastan su tiempo y dinero (Bill Gates) en controlar la población a base de genocidios de inocentes personas, entre las que se encuentran los niños, en particular. No es el prinero ni será el último pais del mundo, donde las vacunas destinadas a la infancia están alimentadas con cianuro, como es el caso del programa de vacunación contra el sarampión patrocinado por Naciones Unidas en el norte de Siria. Dicha vacunación ha provocado que una treintena de niños sufrieran una muerte atroz. Los niños que recibieron la vacuna experimentaron fallos cardíacos, mientras veían como sus cuerpos se ponían azules. Decenas de otros niños están padeciendo las mismas secuelas. Y como siempre, en tiempos de guerra se echan la culpa unos a otros; como si los unos y los otros tuvieran comportamientos ejemplares estando en plena guerra. Y como siempre decimos, cuando se construya una guerra no busques a los culpables dentro de las lineas, ellos estarán -como en este caso-, en otro país (en este concreto, Inglaterra), dirigiendo el cotarro.
Y del caso y acoso en Siria, nos dirigimos a África, concretamente al pueblo de Gouro, en el norte de Chat, donde 50 niños han quedado paralíticos a raíz de las vacunas inoculadas por Bill y Melinda Gates (como veis son hermanos y dispuestos a vacunar a toda África con vacunas raciales), contra la meningitis y la malaria. -Todo lo proceda de la mano de Bill y Melinda Gates, debe ser puesto en cuarentena-, o directamente desear la enfermedad al remedio. El Menafrivac, nombre de la vacuna racial, produce alucinaciones, parálisis, vómitos, dolores de cabeza, convulsiones incontroladas, mientras se expele saliva por la boca. Todo un cuadro clínico gracias a las ayudas que dona Bill contra las enfermedades sin saber que, Bill y su hermana son, por ellos mimos, una condenada enfermedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario