viernes, 5 de septiembre de 2014

¿Qué bueno que viniste...

chocho? Debió decirle Rajoy a la Merkel, el día que se vieron y anduvieron el Camino de Santiago. Pero a Santiago no se va porque sí, sino porque representa el poder supremo celestial, en España, dada la estirpe de nacimiento... Y es por ello y el momento, de poner a la Merkel en ruta cerebral y como mandataria de peso comunitario para que designe a De Guindos presidir la Comisión Europea. Santiago: poder espiritual en la tierra de Rajoy vs. la Merkel: el poder monetario en la tierra de la UE. Ambos poderes dirigidos al unísono en previsión de una mejora sustancial para España y Alemania. Donde tuvimos escondidos a uniformes de las SS, camino de las tierras del Nuevo Mundo, ¡en bendita hora! Y así, de esta guisa, ellos se lo guisan y ellos se lo comen, despreciando los intereses internos que hay, y que la gente de a pie desconoce. ¿Por qué De Guindos? Pues es muy fácil de adivinar. De Guindos ha estado haciendo chanchullos varios en las postrimetrías de Goldman Sachs y por ello tiene, junto a Montoro, el reconocimiento público número uno; aunque a Estados Unidos las preferentes fueron lo suficientemente embarazoso como permitir que ambos jóvenes masones y del Opues Dei, estuvieran al frente de Economía y Hacienda. Pues estos actos impúdicos que cometieron los dos hombres del momento, fue los que les ha traido y llevado de boca a oreja de todos aquellos que han querido satisfacer a España en algún caso y más adelante, estos favores serán pagados por las espaldas de los jóvenes españoles. 
Conmovedor, ver, como se morrean cariñosamente al finalizar el Camino, y sin ningún tipo de pudor delante las cámaras. Rajoy debe ser bisexual, porque le pega a todo... y todo sea porque le vote la gente, al próximo año. Estoy seguro que este beso no le va a caer a mucha gente, bien. Rajoy tiene a mucho homo detrás de él. Hay mucho homo que les pone... que se lo quieren tirar... Y hay muchos eterosexuales, que también se lo quisieran tirar desde uno de los picos de la cordillera pirenaica. ¡Rajoy dá para mucho!


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