me desmoraliza

que estos individuos entren a formar parte de la historia de España -aquella que leeran los futuros estudiantes-, y les hagan o fuercen, encima, a guardarla en la memoria, como guardamos las curvas y líneas del cuerpo del sexo contrario, que hace relamernos los sentidos. Será verdad que la memez de Mas, infundirá en ellos algo más que estupidez supina. A tenor de los resultados, Mas, Jordi Pujol, y toda la camarilla de anal-fabetos que componen las filas de los partidos catalanistas, no hacen más que embotar la vida y ruta pública, en beneficio mutuo. Ahora resulta que Mas, para que los efectos Pujol no le salpiquen (recordemos que también él tiene una herencia de un padre desconocido), reniega del que ha sido su tutor y, posiblemente, el que le metió en la familia mafiosa catalana. ¿Quién puede creerse que habiendo sido uña y carne, no supieran lo que cada uno hacía... para bien o para mal? En este caso ha sido para el bien de ellos y el mal para el pueblo. Sería preciso que si cae el capo de la mafia catalana, caigan todos aquellos que han estado a la sombra del capo y la familia. Y por supuesto y primero es Mas. Lo que no deben dejar las fuerzas de investigación, que sea el parlamento catalán quien decida quién o quienes tienen que investigar el caso Pujol. Los Tribunales Españoles son lo suficientemente competentes -así lo están demostrando-, a la hora de resolver casos de corrupción política y empresarial. Por ello, no hace falta otra vía de investigación que el gobierno de CIU quiera imponer. ¿Tienen miedo, a que salgan más cosas de las que están saliendo? ¿Quiere Mas envolverse en los suyos para salir indemne de los casos de corrupción propios? Ya está bien de que sean los políticos y sus corruptelas los que estén parando, estén colapsando la justicia, para que los casos demoren en el tiempo y la gente se olvide de ellos. Estoy seguro de que Mas tiene tanto o más dinero en paraísos fiscales que Pujol, y su recua de hijos. No olvidemos a la cabeza pensante y operante de la doña de...