Cuando veáis el vídeo os daréis cuenta de que el intruso, el detenido, el peligro para la humanidad número uno, no es ni más ni menos que un descuidado que, acompañando a su hija, le han asaltado encima dos energúmenos policiales con la mente a la altura de los emolumentos que le transfieren a la cuenta los fines de mes. Y es que, el que no sale en la foto, no se hace famoso. En este caso, no cobra. Hay que mandarles avisos a sus jefes de que están cumpliendo con una misión muy importante y sumamente peligrosa: El arresto del presunto padre sin mascarilla.
¡A quien se le ocurre: Sin mascarilla! Por Dios...
Pues a ese (Dios) hay que pedirle que gracias por haber hecho de los humanos muñecos de paja. Gracias por ese "Soplo", que transformó a los humanos en insensibles individuos a la hora de convivir.
Yo creo que el Divino no tuvo un día muy allá cuando nos hizo de barro y sopló dentro. Yo creo que nos hizo de barro y sopló dentro con fuelle de fragua. Es improbable que le saliéramos tan mal de haberlo hecho a conciencia.
Que dos impresentables se tiren encima de un señor que lleva a su hija de paseo sin venir a cuento (perdón: iba sin mascarilla) es para poner patas arriba todo el entramado político o sistema político que tenemos gobernando el mundo. Que, por supuesto, espero, no sea ese Dios que nos hizo y nos lanzó a tierra para ver el efecto que hacía en cada uno de nosotros. De ahí, que no previniendo las consecuencias, unos estén cojos, otros mancos, otros sean gilipollas y otros Iglesias. Total, que la siembra fue de todo menos productiva y, máxime, cuando pensó en hacer de policías, a caínes. Es lo que tiene ser un productor novato... que cuando tienes que hacer los primeros intentos... se salen siempre como el culo.
Y aquí estamos intentando que el mundo sea un lugar pacífico y que para conseguirlo... tenemos que darnos de hostias primero. Por eso los que viven de la guerra lo primero que te dicen... para sentirse menos culpables es...: "Después de la guerra viene la paz". Después de que Caín matara a su hermano Abel... a Dios no se le ocurrió revivirlo... lo enterró como era debido: mirando a la Meca, y a metro y medio del suelo. ¿No soy Yo el Hacedor? Pues me me cago en vuestras muelas. Y por ahí fue que tuvimos que crear váteres y bidés.
Todo un lujo de tener a un Dios que nos ama tanto.
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