jueves, 11 de marzo de 2021

la política española se convulsiona

 como en todo divorcio, ...los cónyuges divorciados, junto a los amantes, en discordia..., se reparten los bienes conseguidos dentro del matrimonio y se lanzan los últimos reproches que no sabían, se escupirían, en el devenir de los días. 
Así, de esta guisa, se cuece la discordia contraída entre Ciudadanos y PP, hasta que se quema la pócima. 
Ciudadano saca a la luz y taquígrafos, (La UDEF), una montaña de documentos, contratos considerados sospechosos e irregulares por su contenido y forma, del PP.
El PP considera esto un motivo de denuncia por violación de secretos e infidelidad de custodia de documentos penado con hasta tres años de cárcel. Y da el paso. Esta denuncia fue el detonante PP vs Ciudadanos, en Murcia. Un detonante que ha desestabilizado las comunidades donde se besaban, a la luz de la Luna, Casado y Arrimadas. 
Un Casado, cansado de verse etéreo masculino; y una Arrimadas que, desde su salida de Barcelona hacia la capital de España, le avejentó el carácter y le agrió la leche. No ha vuelto a ser la misma luchadora contra las maldades provocados por los independentistas y sus hermanos etarras. Cayó en la maldición de Torra, cuando la dijo que, su salida de Cataluña, sería su muerte política. Y se ha cumplido. No, antes, de haberse pasado al grupo oscuro de la política vigente. Este, sin duda, debe de ser uno de los varios síntomas, que se padecen con la vacuna del corona.
Llegados a este punto de inflexión entre los partidos de derechas... se notan carreras, idas y venidas a ninguna parte, con pretensiones de que el desgaste físico y mental de alguien se vea impedido para poder ser oponente a alguien. Hasta el punto de que en RTVE se anunciara que la presidenta de Madrid, Isabel Ayuso, se había retirado de la política. Había pedido su dimisión al partido. Tanto es el deseo de la izquierda de que esta mujer deje el cargo que tan dignamente representa en la capital del Reino.
A esta mujer, gracias a alguien, no ha tenido los síntomas de las vacunas repartidas -por Sauron- a sus adeptos autómatas políticos españoles. Creo que ha sido la única que, de momento, se está librando de los efectos secundarios que produce ese medicamento. Y, esperemos que, según afirman algunos de Ciudadanos, esté impidiéndole ver la realidad de su persona. Vamos... : que está loca.
¡Qué diferencia entre los socialistas y los fachas!
Los primeros se libran las batallas en buenos almuerzos, mejores vinos, y de postres: señoras putas. Se gastan el dinero de los contribuyentes sin un ápice de discordia, envenenamiento o UDEF de por medio.
Los segundos sacan a relucir sus disputas y se baten en público: terminando por ser el hazmerreir del género asistente.
No sé bien que pensar.... 
---Entre el acto oscurantista y malhechor de los actores.... 
---O, la exposición irracional de entre actos...
No sé si no obraría con cautela entre ambas escenografías...
Me siento turbio por la ruindad de determinados individuos que, siendo como nosotros, se postulan al lado del encubrimiento, la maldad y la avaricia.

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