lunes, 15 de marzo de 2021

Estamos en fallas

 este año, al menos, se ha puesto la falla mayor de Valencia, en el sitio correspondiente. Es una mano derecha con el índice estirado soportando un sombrerito, y bajo, en la peana, la palabra, en valenciano: Tornarem.
Ayer, domingo, hubo movimiento de falleros cabreados por la calle Colón, porque el Ayuntamiento no les ha negado abrir los casales hasta el 22. Ya medirán ustedes qué cojones hacen los falleros, abriendo los casales el día señalado. Cuando, de normal, después de San José, no quedan ni cenizas de la quema de las fallas. 
Por una parte no entiendo qué prisa tienen los falleros si van dos años que no han podido plantar. Allí, en el puerto de Valencia, tienen las fallas del año pasado escondidas en plantas bajas a la espera de ser destruidas. A mí, me da, que el sombrerito que hay en el dedo de la mano de la pieza existente en la Plaza del Ayuntamiento, quiere decir: paciencia, toma asiento, y ponte el sombrerito para que no te de un jamacuco. Que la cosa va para largo y no hay que tomárselo a la torera.
Chico... y de abrir los casales lo podéis hacer sin que sepa nadie para qué los abrís, si de normal lo hacéis con vista a poneros ciegos de arroz y detrás lo que vaya cayendo. Pues seguir haciéndolo. Sin que tenga que ir, el díscolo de siempre, ha chivarse de que éste o aquél está con el culo al aire.
Mirad. 
Las fallas de Valencia es lo más grande que tiene la capital por los siglos de los siglos. Pero es que las fallas sin los negocios que han cerrado, sin los turistas ni los madrileños: no son nada. ¡Cuantos valencianos que han cerrado sus negocios, estarán llorando doblemente por tal pérdida!
En Valencia han perdido todos los valencianos; y aquellos que veníamos a pasar el día del padre con la esperanza de un festivo soleado y una playa condimentada con todo tipo de color y alma.
Es una pena el año que llevamos sin una festividad acorde. Desde el 22 de enero hasta septiembre, son casi todas las fiestas que se dedican a un santo en España. Espero que, estos (los santos) también nos echen de menos y recurran al de Arriba, para que realice el milagro correspondiente.

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