Borrel, nuestro ministro europeo, nos está mandando señales de una posible guerra inminente en el mundo. Y dice en el mundo: por las posibles represalias que pueda tomar Estados Unidos con China si, esta, apoya a Rusia en ese levantamiento mundial. Pero es preciso saber que China y Rusia pertenecen a esa organización de países (BRICS): Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica. Y que no les temblará la mano en enfrentarse a quien sea con tal de que caigamos como moscas, mientras que, ellos, se enfrentan cara al televisor viendo como somos devorados por nosotros mismos. Las trompetas del Apocalipsis están sonando con tono amargo.
Madrid, Londres y París están viendo reforzadas su seguridad por posible atentado islamista en los campos de fútbol. Ahora comprendemos cómo va a empezar las revueltas hijadistas en los países nombrados y más allá.
Era evidente que tanto islamista, tanto hijo de la luz, no era bueno para tenerles a las puertas de nuestro domicilio. Su ideología ha sido reforzada por un islamismo decadente y falto de lustro gerárquico. La ideología religioso-política fanática no conduce a ningún mundo que no sea infernal. Esa gente son el mal. Y se verá reconfortado cuando los países en tratados fracasados u obsoletos, se conviertan en un modo operandi a emprender revueltas en todos los puntos cardinales donde han puesto el huevo y el pie. Canarias, Ceuta, Melilla y Andalucía son puntos a tener en cuenta a la hora de tenerles que empujar para que salgan nadando hacia su punto de origen. Están demasiado mentalizados a que zonas nombradas son suyas y vienen a conquistarlas. No tendremos manos suficientes para defenderlas. Y, todo, dentro de un ambiente pre guerra Rusia, Ucrania, EEUU, China. No nos salvamos.
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