Intxaurrondo y Broncano apesebrados de la izquierda.
Se entiende, por tanto, que la señora Silvia Intxaurrondo, defienda a capa y espada a quien la da de comer. Hay pocos animales que muerdan la mano de quien les abastece de la comida diaria. Y de estos, la psoe, ha conseguido un mogollón para ir copando la comunicación escrita y oral, a todos los rincones donde el socialismo intenta colarse.
Pero estos lances, estos modismos para la defensa... --suenan groseros e innecesarios, en la política en general. Que los autores se maten en sí... nos ayuda a comprender mejor lo que hay detrás de los políticos y de la política en general.
Cuando las ansias de gobernar son superiores a la capacidad del individuo a la hora de gestionar el gobierno, redunda en ellos la ira y las informalidades. O, si se quiere, la corrección de comportamiento debido, dado a la empatía que se habría de tener para no herirse o insultarse. Que no operesa en cámara la grosería frente a los ciudadanos que serían denunciados, en el caso de recurrir al insulto, ante la autoridad competente. Pero esto no se dá en los parlamentos. Se insultan con tanta osadía que nos dejan, a los ciudadanos, en pañales de recién nacido: mojados y con tufillo. ¿Hay algo tan asqueroso que escucharles lanzarse pullas en directo? Pues esto hay que extenderlo a los que viven (a los bon vivant) de la recontra, en los medios visuales. TV, u otros abiertos a la grey. Casi, éstos vivant, son peores que los propios actores.
Dice la ley que si conoces a alguien que haya cometido delito por no denunciar un acto que se pueda considerar punible, hay que denunciarle o serás reo del mismo. Entiendo, por ello, que los periodistas que tanto defienden a sus albaceas, deben comunicarlo a la autoridad que corresponda. Ellos, como abogados, mejor sabrán a quién, porqué y dónde, hay que denunciar. Y en el vídeo tenemos la prueba. Si la presentadora tiene las pruebas de que la encuestada responde con falsedad, pues... creo que sería cuestión de denunciarla en ese preciso instante. ¿No?
Me molestan mucho los políticos que mienten. Pero más me molestan aquellos vividores de todos nosotros que hacen lo posible por defender a los políticos que mienten.
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