martes, 3 de junio de 2014

no me lo puedo creer

aún he tenido que verlo y oirlo para hacerme a la idea de lo que confirmaban ayer los contertulios con los que me suelo unir. Hay dos o tres cosas que veo en el vídeo: el primero que el Rey lee sin gafas -que no es fácel-, o dos -tiene un chip en la cabeza como primer borrego de la historia del mundo moderno. Y tres -ha sufrido enormemente la gangrena que nos ha entrado a los españoles con los pútridos microbios de los políticos de turn-. Estos políticos que se sumaron a una bancarrota donde ellos eran la banca y los españoles los rotos. Déjanos de decir tonterías para apalancar a tu hijo al trono que tantos sufrimientos te ha dado. Y para colmo, pones tierra por medio, camino de Benidorm en un momento donde la tirantez se las economías y comunidades autónomas, reclaman con más ainco la estrechez de miras de todos esos hijos de la gran chingada. Ya te podías haber marchado hace cuarenta años. Pero no, te quedaste y te sumiste a la buena vida y choriceos varios y lo trapicheado te lo llevaste, vía paraísos fiscales, como tu papá. Fuiste un traidor a España y a los españoles junto con la caterva de impresentables que te siguieron y te siguen por los buenos beneficios que les has dado; lo mejor es preguntárselo a la Corinna. Vergüenza te debería haber dado por poner ante los medios y en boca de las demás monarquías del mundo, la palabra España. Que hemos hecho el ridículo por donde has ido. Bendito sea Dios que ha hecho de la vejez ley,a  para que gente como tú se vaya extinguiendo; lo malo que los buenos también se van por esa misma ley.., algo que hay que pagar para que la vida sea cada vez mejor y con menos caracatres, por ella.
Felipe VI. Otra vez a empezar otra milonga proyectada desde hace más de 15.000 años, cuando los más avispados se hicieron con el poder sobre las masas, si no querían ser asesinados. Todo ese tiempo después
han venido teniendo el mismo poder sobre las personas a base de amenazas y malos rollos; si no que se lo hubieran preguntado a Adolfo, aunque estoy seguro que en algún lugar habrá legado a los españoles la verdad concerniente al hoy: abdicado.
España no puede volver al rollo que tuvimos con este individuo, en la figura de su hijo. Y menos en la mezcla de sangre que ha fortalecido -por medio de la boda con Leticia- la sangre real. La Leti -como vemos-, está que no mea normal, desecha cocacola. Un gustarrón ser Reina, a sabiendas de lo que se cuece en las monarquías mundiales. Ella ha nacido para mandar y ¡vaya! si lo hace sobre el memo del príncipe. Me cuesta creer que vayamos a dejar a nuestros hijos a manos de otro Borbón con las mismas pestilentes ideas que las de su padre. Pero no olvidemos, además, que su orgullo es más poderoso de lo que deja traslucir.

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