después de bien almorzado y el vino suficiente para que la sequía del verano no haga mella, me enfrento a la noticia de que en Madrid habrá la mayor concentración de antidisturbios -de la historia-, para hacer Rey al meno del meno. Pues nada... hay que tomar las calles de todas aquellas poblaciones, donde se hayan quedado despobladas de antidisturbios y enturbiar las calles, plazas y demás zonas públicas por el público que está hasta los huevos de tanta mamarrachada y mamarracho junto. Y con esa guisa de bocadillos y botas de vino en ristre, tenemos que bombardear las zonas colindantes a donde van a proclamar Títere Mayor del Club Bilderberg al descendiente. Y es que la Reina no tiene otra cosa que hacer -hecho lo hecho- que dejar a su hijo en manos de todos esos saraos ricachones, los mismos que decidieron dejara la monarquía el santo varón Juan. Porque, y lo tenían desde hace tiempo en mollera, este imbecil de tomo y lomo no ha dejado títere con cabeza, porque él tampoco tenía nada dentro de la suya para poder ofrecer, sólo la de follar y pasarlo bien, pero eso también lo hacen los hijos de los que abusan del futbol. En fin, tontorrones los hay a porrillo y uno grandioso ha sido don Juan y otro tétrico: su hijo, con la reina del espejito. Un espejito que la dice quién es la más mona de todas las monas de Ezpaña, y el espejito: como en el cuento, siempre la dice que ella, porque no quiere terminar en el cubo de la basura. Y espejitos los hay en centenares alrededor de la doña; espejitos de dos ojos que la alagan el ego y ella está por la moda. Por favor, parece mentira que estos borregos -yo pensábamos que borregos éramos el pueblo-, se dediquen a otra cosa que no sea la magia del cuerpecito anorexico y las medallas -todo a cien- de la que presumen los reyes y principescos. Por favor, que baje Dios y me lleve, porque no hay más poder y energía desperdiciada que la contenida en tanto descerebrado político y real.
Sin embargo no todo se ha centrado en verborrea desternillante en boca de los nombrados (...) sino en aquellos que aún opinan que los reyes, los príncipes y demás raleas y castas parasitarias tienen miedo del pueblo. ¿Pues no nos damos o estamos dando cuenta, de que nos tienen a su servicio? La política o antidisturbios son los lobos que acechan a las ovejas. Esos hombres de pelo en pecho que por su salario mensual y primas, son capaces de a porrear a sus padres, hermanos y primas. Los poderes siempre han tenido a los asesinos a su servicio, porque ellos tampoco han tenido miramiento si han tenido que sacrificar a alguien. Y no digamos a todos aquellos niños y jovencitas que son sacrificados en altares sectarios en beneficio de un dios pagano y cochambroso como ellos.
Si no tenemos la noticia antigua y moderna de todos los 800 niños sacrificados en Irlanda en beneficio de un dios sumerio y unas mentes desequilibradas. Y menos mal que ellas eran monjas, las que llevaban las lavanderías del clero en Irlanda, pero son parecidas o eran las mismas asesinas de las SS de Hitler en la segunda guerra mundial y en los campos de exterminio. Mujeres casadas con los miembros de la SS y que mataban a los judios durante la noche. Queda en la historia que han sido más asesinas ellas que sus esposos.
Esos ojos que nos miran desde la cámara de fotos, fueron algunos de los encontrados en las fosas comunes que las monjas tenían en las lavanderías de Irlanda. ¡Vergüenza ajena, oiga!
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