y la cartelera de desafio en la parada de autobús. Un enjambre de policías custodiando la imagen central de los nuevos reyes, en pose de Hugo Boss.
Y como no... la entrada en escena de la comisión policial en combate contra los que gritaban viva la república, que tanto ama la izquierda juancarlista. El mismo Juan ha dicho que no se iría después del batacazo en las europeas por los grandes partidos. Que seguiría apoyando a Rubalcaba, pesara a quien pesase. Sin embargo, las cosas hay que llevarlas por el camino marcado; aquél camino que determinó la abdicación y la muerte de kennedy.
Detenido por pedir la República.
Nunca antes me lo podría creer -ha dicho esta joven-, ahora veo que todo es posible. Portar una chapa o un bastón serán seriamente agraviados con multas y sopapos múltiples -ha dicho la policía-; que de normal va desamarda.
Y mientras nos atontan con el paseillo de estos jóvenes, nos ocultan lo que la Iglesia hace con los 11.000 millones de euros que reciben de las arcas del Estado, contando con lo percibido a través de las declaraciones de renta.
Al parecer hay un convenido firmado entre España y Iglesia, en la obligación de informar anualmente de los destinos de dichos euros. El informe nunca ha sido entregado al Estado, desde el 2006, fecha que se firmó el acuerdo. Total... que no existe una Iglesia más decente, romana y rica que la Iglesia vaticana, donde el santón Franc, gobierna los designios de los espíritus afincados en la tierra. ¡Qué contentos se pondrán aquellos que comen en Cáritas o centros religiosos, al darse cuenta que los bocatas, los dulces y demás comestibles, no son comprados por la Santa Sede, sino regalados por las empresas del ramo. No ha menester preguntarnos que, los desprotegidos que se amparaban en la Iglesia porque eran los únicos que les daban de comer, ha de hacerse extensible que gracias al Estado y las donaciones: como siempre, jamás.
Como vemos nada está claro bajo el cielo solar, que no del cielo espiritual.
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