multas para los que dicen verdad

indultos para los que arremeten contra el pueblo en su afán difamatorio, cruel, ratero, mamarracho, puteros, cabrones y Borbones.

Resulta que el juzgado central de lo penal de la Audiencia Nacional ha condenado al ex militar Amadeo Martínez Inglés a “doce meses de multa con cuota de 18€ diarios (6.480€ de multa) y al pago de las costas si las hubiere” tras considerar probado que cometió un delito de “injurias graves contra la Corona”. Entre otras lindezas llamó al Rey en un artículo “putero”, “borracho” y “jefe de la banda”.

Los que deben estar embebios y emporraos deben ser los de la Audiencia Nacional, al considerar que la verdad (y al que la ejerce debe ser intocable) está por debajo de los actos cometidos por toda la casta mafiosa de los Borbones. Si no hace falta que tiremos de emerotecas: los tenemos todos en la cabeza, desde el sacrificio de elefantes -en peligro de extinción-, hasta las putillas, los hijos bastardos y las comisiones -multimillonarias- por su representación de la otra casta empresarial. Que más que casta empresarial, parecen los perritos falderos de tan infames hijos de la gran chingada.

¡Qué mejor que ir multando para ir callando bocas!, pero desde las urbes militares deberían salir a la calle y decir -de una vez por todas- las consecuencias que saben han habido en España, por culpa de este saboteador de secretos de Estado. Confirmar; preguntar a Felipe González.

El juez Vázquez Honrubia considera probado que Martínez Inglés fue el autor de un artículo de opinión aparecido el 12 de diciembre de 2011, en el periódico digital “Canarias-Semanal”, en el que literalmente, en el párrafo segundo, llama al Rey “borracho, putero, idiota, descerebrado, cabrón ninfómana ¿….? sic, vago y maleante”, resalta el juez en su auto.

Espero que el juez se haya abstenido de leer en voz alta estos supuestos delitos por insultos en la figura de Juan C. porque también estaría cometiendo delito de lo mismo que ha cometido el que lo ha escrito; en cuyo caso deberían ser condenados a la misma multa los dos. Sobre todo por aquello de cabrón el que lo lea. Hombre: lo de vago y maleante, pase; pero llamarle ninfómana... es pasarse tres pueblos; otra cosa es, que se haya acostado con ninfómanas... Esto ya tiene otro perfil, cara a la opinión pública. Porque qué dirá el pueblo ahora que se empezarán a saber las verdades del abdicado. Pues qué van a decir: muerto burro, cebada al rabo.

Vázquez Honrubia rebate el argumento de la libertad de expresión porque, “Para manifestar el rechazo a la Monarquía", no es necesario vilipendiar al Rey hasta la desmesura de llamarle entre otras cosas, cabrón, putero y borracho”.

Yo estoy con Honrubia en que los militares de carrera deberían ser más finos a la hora de hablar; tanto de fino como el fino de Gallardón, que a lo mejor le va bien lo que dijeran del R... al llamarle ninfómana...