según fuentes periodísticas ha llegado a España, desde Buhan, China, un virus nuevo que ataca, principalmente, a funcionarios públicos. A ningún otro operario que trabaje a cuenta ajena. Al parecer ha sido modificado exclusivamente para atacar a las administraciones públicas a través de los funcionarios: tanto los que funcionan como si no funcionan. Que viene a sumarse a aquellos que no funcionan y nunca lo harán. Hay funcionarios caídos en desgracia maliciosa... con años de baja y sin intención de volver a ocupar el puesto desocupado por falta de nuevos contratados y por falta de funcionariado activo.
Si los funcionarios que no funcionan y los enfermos de larga duración... y otros... se debe tomar medidas para quitar de enmedio a esos vagos y maleantes. La cuestión ¡descontarles la parte proporcional de los días, horas y servicios no realizados y si vuelves a tener problemas: el INEM te está esperando! como a cualquier hijo de vecino que vive de la venganza y la caradura.
Las bibliotecas valencianas tienen un problema grave dada la falta de medicamentos para atajar el virus chino. Los médicos no dan a basto en averiguar qué tipo de virus es y si se acopla al covid, a la gripe o al de las vacas locas. Se sabe, a ciencia cierta que, del pangolín, no es. Es una variante oncogenitales, al que han dado de nombre: "Por mis huevos".
Hace falta ser funcionario para ver la vida de otro modo distinto. Con una aplastante seguridad en que nadie puede echarte si no trabajas. Porque son de esa élite callada que se tapan unos a otros hasta el punto de no conocer al jefe que se ha ido hace 25 años y no a vuelto al puesto. ¿Quién puede conocer a una persona así, si van y vienen nuevos que no le han visto ni en foto?
Hace falta ser caraduras para tener un trabajo sin sobresaltos, como los trabajadores a cuenta ajena, que no les queda más huevos que levantarse todos los días si quieren seguir pagando el colegio de los chavales.
Y como bien diría Inesita: ¿dónde está la igualdad entre ambos colectivos de operarios? Pues eso.
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