A Jeffrey Epstein, el magnate de la pedofilia, le están haciendo un favor a la hora de lavar los actos sucios cometidos contra la infancia que reclutaba para la isla Little Saint James: donde se cometian todo tipo de abusos contra niños pequeños. Un servicio que daba Jeffrey a los magnates que tuvieran a bien pagar buenos precios por carne tierna. Y me voy a permitir quedar en esta secuencia en vez de largar más de lo debido. Por que era bien sabido que gente normal no era lo que frecuentaba la isla en cuestión. Solo de imaginar lo que debieron pasar algunos niños abusados por estos pedófilos de mierda... es para detestar el mundo y todos sus anormales pobladores.
Estoy seguro que Epstein no ha muerto en una celda, tal como nos lo cuenta. Es más fácil contratar los servicios de dos policías para recrear una muerte necesaria... que Jeffrey se presentara ante la opinión pública cantando la Traviata.
¿Qué fue de la modelo que lo acompañaba a todos los sitios y que era la tutora de los niños que llegaban a la isla? Porque una mujer es necesario para calmar los ánimos de los menores secuestrados y sometidos a todo tipo de abuso.
La cuestión está, una vez conocido los detalles y las caras de los que iban a la isla... es para ponerse a limpiar la política en todos los órdenes de la sociedad. Vagos, maleantes y viciosos. Eso es lo que iba a agredir sexualmente a los pequeños.
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