jueves, 11 de enero de 2024

mucho pregonar al aire

 
para que nadie escuche el pregón.
Estamos hasta los huevos de escuchar pregones a todo aquel que tiene a bien disimular su implicación en los resultados que los españoles no hemos votado.
Estamos hasta los cojones de que España se vea sumida en un descalabro poculero por culpa de políticos sin escrúpulos y asesinos sin entrañas.
Verles contínuamente justificarse de los adelantos de los demás, por pura idiosincrasia política... es también lamentable y falta de implicación en el marujeo.
Mucho bla, bla, bla, y resulta que tenemos a todo el elenco político hacia un agujero sin retorno por culpa de un individuo que se fugó en el maletero de un coche. Un puto delincuente manejando a la psoe y al PP y a VOX. ¡Es que no me lo puedo creer!
Los unos que se pasan la Constitución por la entrepierna. Los otros dando bandazos buscando el método de repudio sin encontrar nada legal que se oponga a la decisión de trocear España. Y los otros amenazando con no dejarse ningunear... y resulta que estamos como estados después de lo de ayer. 
Sinceramente estamos diciendo que no hay en la judicatura alguien que sepa cómo operar legalmente cuando un ciudadano se salta a la torera el reglamento que determina la igualdad entre todos.
Al parecer no hay nadie en ninguna parte de España que sepa como hacer frente a un payaso de la categoría de Sánchez, de Puigdemont y los otros tontos del montón.
Tan difícil es mandar a los militares para que tomen la Cataluña catalana y la hagan española como Dios manda.
El caso es que el presidente de gobierno, como ya hemos escrito en otros post, es un ciudadano que está dando un polpe al Estado, dentro del mismo Estado, sin que alguien le pueda detener, enjuiciar, condenar y meter entre rejas. Es que visto así, dan ganas de autodeconstruirse jirafa. Como para poder mirar, por encima de los árboles, un horizonte lejano, y soñar con un país multicolor, de Arco Iris.

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