nos va descubriendo los por qués de todo lo que nos está pasando en España, derivado de los partidos políticos y sus votantes. Emparentados, claro está, con las chanzas y jerigonzas, surgidas a la lubre de campañas, sin determinar. Con lo que surge o surja, así irá el embite.
¡Qué momentazos nos procuran los políticos!
Si miramos bien... nos daremos cuenta que todo cuanto hacen, dicen y se desarrolla entre ellos no es más que una danzarina en un baile de salón: que de momento tiene armonía, pero que se desmonta en un santiamén. Es una falacia a caravista de los anestesiados ciudadanos. Que vemos cómo se tiran los trastos a la cabeza, pero que también lo hacían en los Grandes Hermanos y otros cuentos de la Tv. de Berlusconi.
Lo que nos vienen a decir que todo es una gran escenificación como la llegada a la Luna, por los 70. (20 de julio de 1969.) O, la Invasión Extraterrestres, por Orson Welles.
Ensimismados de verles cabrearse con toda la elegancia que da la escena. Repetición de las jugadas una y otra vez para que nos vayamos acostumbrando a la jerga profesional. Al alumbramiento de nuevas técnicas como la Ideología de Género, que ya nadie sabe qué es o cómo se construye. Porque la gente se tiene que construir conforme le indique el régimen del momento. O sea, que naces hombre o mujer, y terminas reconstruyéndote como cabra o dinosaurio: según tengas la mente ese día. No hace falta comentar que el 99,9% de la gente estamos al borde de un ataque de nervios. Imaginémonos la reconstrucción que puedes hacer del estudio de tu cuerpo, si estás en ese estado nombrado.
Niños, niñas, niñes: Mundo inclusivo: jerigonza de campamento de verano.
Ir pensando en que Dios existe. Porque si dejáis que la cosa siga su curso... estaremos perdidos para siempre. Se nos pondrán oblicuos los ojos y veremos el horizonte, de Yoli, pronunciado sobre las aguas del Atlántico. Eso, sí, desde la Torre o Faro de Hércules. La Coruña.
Un saludo.
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