he estado un rato mirando y escuchando lo que sus señorías tenían que decir en favor o contra la amnistía presentada por Puigdemont para echar la culpa de su asalto al estado a los jueces, a los policías, a todo el mundo, menos a los que dieron el asalto contra la constitución, de todos los españoles. Es más, ellos han jurado defender la constitución y no lo están cumpliendo.
Permitidme que dé mi parecer a lo escuchado y visto. La sensación que he tenido de ese Parlamento en el que considero más vacuo y pasota de lo que me suponía. Por lo que tengo claro que a los parlamentarios europeos les importa una higa lo que pase en cualquier autonomía... siempre que no les salpique mucho. Como en este caso que nos ocupa. Ahora resulta que después de escuchar las quejas por parte de nuestros jueces, políticos, abogados, militares, policías y el pueblo, en general, resulta que a ningún político europeo le interesa lo mínimo que pueda resultar en España con todas las movilizaciones que se vienen haciendo desde que supiéramos lo que estaban por autorizar para una convivencia entre españoles. Pero es que la amnistía no es ninguna necesidad para la convivencia entre españoles... solo la obediencia a la ley es más que suficiente para la igualdad y buena marcha. ¿Qué más necesitamos para ello? ¿Una amnistía? Creo que no. Como tampoco creo que todos los que se están movilizando en contra estén todos equivocados y los asaltaestados y los terroristas tengan razón en su exposición de lo que debe ser la marcha equilibrada de los españoles, en las autonomías donde vivan.
Sinceramente no vamos a sacar nada en claro de lo que se debata en el Parlamento Europeo y menos con la parsimonia que se gastan sus señorías.
No me extraña, pues, que la Torre de Babel se haya caído de su base. No me extraña que los albañiles que trabajaron para levantarla, se fueran aburrindo sabiendo que cada uno era zángano de naturaleza.
Y entre zánganos está el juego y la finalización del complot entre Sánchez y Puigdemont. Todo un complot que se acepta porque la consecución del mismo está por destrás de lo que se deja ver. Los resultados son acordados antes de los discursos que sueltan sus señorías. Y el que mejor paga a algunos de los congregados... ese se lleva el gato al agua.
Bajo mi punto de vista es todo una pantomima y una forma de dar fiabilidad a los que no lo tienen. Justificar que se hace algo para determinar lo que mejor convenga. Y así lo llevan todo. Hoy por mí, mañana por tí. Así vamos y resolvemos... Nada.
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