sábado, 15 de enero de 2022

vale, ya vienen los japoneses

 dando por el culo.
 
La supervacuna japonesa para acabar con la covid «de por vida» 
dando por el culo. Estos es que no se enteran de que lo de la vacuna es un consumo más como el pan. 
¿Cómo se les ha ocurrido fabricar una vacuna que desplace a todas las demás y, encima, es para siempre; con las ganas que tienen las farmacéuticas de Bill Gates y el doctor Fauci, de seguir enriqueciéndose a costa de virus a cascoporro; como para que ahora aparezcan los japoneses jodiéndoles el negocio. Hundiéndoles el negocio proyectado para toda la vida. Es decir, aquellos niños que hayan sido vacunados con 5 años estarán castigándose con la pfizer, la módena y todas las demás, por los siglos de los siglos. Amén. 
Serán infectados anualmente para que sigan gastando el producto por puro aburrimiento. ¡Que no les cambien las cervezas por triples víricas!; y todos a bailar. Bailar. Bailar.
Y no pararán de bailar hasta que los virus encontrados en los hielos árticos y antárticos se pongan en funcionamiento para saber el poder que tienen sobre el ser humano.
Los seres humanos hemos estado viviendo cómodamente y sin miedo hasta que nos hemos visto salpicados de pequeños bichos con carga negativa. Con mala hostia. Los que estaban enterrados en el hielo..., esos..., sí que tienen mala hostia. 
 Recemos para que esos locos humanos no los pongan en funcionamiento sin saber o, para comprobar qué son y lo que hacen... 
Esos mataron a más de la mitad de la población de nuestros antepasados. Y como siempre hay un chivato que se entera por tener los datos en el Vaticano, nos vemos sumidos en un enjambre de coronas por todo el planeta. El Vaticano es algo más de lo que nosotros podemos entender. Bajo esas toneladas de libros que posee está la fórmula para activar peores microbios y bacterias. Amén del mundo tecnológico que poseen. Si no fuera así, ¿para qué quieren el telescopio Lucifer?

 

La misma iglesia llamando al telescopio que usan, por el nombre del inombrable. 
 Como vemos todo en la iglesia son incongruencias.

No hay comentarios: