martes, 11 de enero de 2022

rienda suelta a la maldad

 hasta el Papa se ha sumado al carro de la supremacía del mal, como método de control mental, espiritual y personal. El que controla la mente controla a la persona y la dirige hacia un fin determinado que estime el controlador. 
Estamos dando rienda suelta al lado negativo que poseemos los humanos y que no nos lleva más allá del lado positivo, pero hasta que el individuo no se dé cuenta de que está obligado a hacer el bien... nos veremos sometidos a ver cosas horrendas producto de nuestros actos. 
Estamos en la era de actualizar la energía negativa para acoplarla a la positiva... cuando ello alcance el grado de atención plena, entonces y solo entonces, veremos resurgir la entidad positiva que somos en realidad. Tenemos los polos muy diferenciados. Ahora es el momento de poder canalizar la energía negativa para compensarla con la positiva. No es tiempo de sujetar a la Bestia, de enterrarla en el abismo de la conciencia, sino de darle alas para que vaya perdiendo la fuerza que ha ido acumulando por no saberla manejar. Las religiones han servido al mal desde que la fe hizo acto de presencia. La fe es la cadena con la que se ató a la energía negativa que mora en nuestro interior. La fe no mueve montañas: sino que las mueve el individuo al controlar sus propias emociones. 
Los entes diabólicos como los bondadosos no te dan nada si no te lo curras por tí mismo. Solo uno puede controlar sus energías sin necesidad de tener que poner la otra mejilla. Poner la otra mejilla es conformarse con una parte de los dos lados del poder mental. Pero no hay poder mental si las energías que forman el caudal no están debidamente niveladas. 
Las imágenes tienen el poder de desviar la atención del alumno a maestro. No hay que hacer caso de las imágenes que nos quieren hacer llegar: no tienen ningún poder sobre el individuo. Solo tienen un poder disuasorio en encontrar el equilibrio o de llegar a poseer el certificado doctoral de alumno aventajado. Controlar el bien y el mal es el trabajo que nos ha traído hasta aquí. Ninguna de las dos energías es positiva o negativa. Las dos son necesarias para tener cuerpo y mente. Sin una de ellas no seríamos personas. Tal vez otra cosa, pero personas NO.
Todo el mundo controla a todo el mundo. Y se están haciendo cosas que afectan al agua, a la atmósfera, al clima... pero todo eso pasará porque alguien está en inferioridad de condiciones y necesita reprobar sus actitudes en beneficio del planeta. Serán los mismos que están hundiendo el planeta los que tendrán que dejarle como estaba. Esto no es obra de un ente diabólico que quiere apoderarse de los humanos, sino de la liberación (tantos siglos encerrada) de la energía oscura que tanto poder concentra. Estamos en el mejor momento para liberar nuestro poder interno y dar el gran salto a tomar las riendas para un nuevo y mejor amanecer.
Los dioses que somos resplandecerán no tardando mucho. Habrá valido la pena el esfuerzo y la obra realizada para que, el ser vivo en el que nos solazamos, suba de vibración en sus dos polos a la vez. El despertar de la conciencia en todo su poder y gloria. Es la hora de la comunicación mental con nuestros ancestros universales.

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