viernes, 7 de enero de 2022

la niña bonita

 

que como todas que se creen guapas la cagan cuando abren la boca. Por ese claificativo lo tienen los zurdos en el cargo de ministro de Consumo. Un individuo que tiene como meta el hacer de España la comunidad europea con menos peso político que la que tenemos desde que están gobernando los sanchistas. Un Cristo que será crucificado cuando a los españoles les den la oportunidad de votar. La verdad que siempre que entra uno a gobernar a los españoles, hace mejor al que sale. Zapatero fue un ilustre imbécil relegado a asesor de latinoamericanos: bajo la americanada de unos buenos cientos de millones de euros. Y nos quedó Rajoy como el conductor de trenes que veía la luz al final del túnel, pero que no vio la censura que le relegó a ser tranviario. Estaba de pruebas ferroviarias.
Que un ministro (X) se permita el lujo de lanzar a los medios de comunicación extranjeros los motivos que pueda tener (particulares) para desprestigiar a un sector empresarial que nos da de comer y sustento cada día del año... es para defenestrarlo y mandarle de vueltas a Marruecos o Argelia. 
 

 

No necesitamos prestidigitadores mentales (como la separatista, por ERC, Carballo, que es una vergüenza y un insulto para los que no somos de ERC) a cambiarnos la diosincrasia española con sus argumentos antidiluvianos. Pues cogidos de la mano se podrían ir Garzón y Carballo, Carballo y Garzón, a ponzoñar la mente de los elfos de Papá Noel. Serían los únicos capaces de no atragantarse con las chorradas de la pareja. Ya nos podría haber traido Papá Noel las voluntades de los españoles para que desaparecieran los dos antes de la primavera. Esperemos que así sea.

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