ha salido a desmentir lo dicho por su pupila: la señorita Garzón.
Entiendo que cuando un individuo que tiene una cartera y no sabe cómo llevarla debe dimitir de esa responsabilidad e intentar agenciarse otra que te vaya mejor al cutis, al cuerpo, a tu forma de hablar... Ya sabemos todos que es imporsible que alguien del partido se le parezca ni un poquito al jefe. Y que ni lo intenten. Sánchez, sus gafas y su Falcon, son irrepetibles, e, irreproducibles.
El memo de Sánchez ha tenido que salir por huevos a dar explicaciones del por qué su ministro de Consumo ha dicho lo que ha dicho y a quien. Que todo su partido, su ministerio, su Moncloa está a favor de la agricultura y la ganadería española. Pero me da que llega tarde, después de la que se ha montado con tiempo y forma. Los ganaderos y ganaderas, han salido a la palestra para cagarse en los muertos del ministro parlanchín, y sus historias para no dejarles dormir. Y ni corto ni perezoso va y se lo dice a un periódico inglés con el amor que nos tienen en los periódicos ingleses. Una cortesía de ministro al medio escrito cuando en España hay periodistas a los que se niegan a responder a sus preguntas. ¡Y todo un santo barón como el presidente y algunos acólitos podemitas, republicanos, separatistas etc! Y es que en España somos muy de acoger a los de fuera, mientras barremos a los de dentro. Hace falta ser mendrugo y parecerlo.
El partido socialista ha dado lo que tenía que dar en estos últimos 50 años de historia española y su influencia socialista. Ya hemos visto que son muy cercanos desde la distancia. Nos aman demasiado, aún sin acercarse por si se les contagia. Y están en contra de todo aquél que tiene mejores ideas que las suyas porque es imposible que alguien que no sea socialista puede tener ideas mejores que éstos.
Total
que si Garzón es una inutilidad. Su jefe un gigoló: de la empresa familiar. Pedro Duque un fracasado astronauta, socialista y español. Zapatero un comisionista latinoamericano, que va y viene como cártel colombiano por su casa... qué más dodemos decir. Hay un deseo de principio de año y es que desaparezcan cuanto antes para no destrozar, más, si cabe, nuestra querida España. Y aquél que no lo sienta pues que tome las de Villadiego más allá de los Pirineos. Costumbre sana si se largan los etarras, los separatas catalanes y los socialistas-comunistas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario