miércoles, 24 de febrero de 2021

Sí sé por qué

 pero  me niego a aceptar el tsunami de pensamientos negativos que salen de mi persona para trasladarlos, concentrados, en otro ser, por muy primario que me parezca. 
Ese individuo es como es y no soy quien para mandarle malos rollos propios. Esto pertenecería al pensamiento del ángel bueno, sobre el hombro derecho; dando paso al ángel malo a sabiendas de que es Sánchez el impresentable individuo que recibe mis malas energías. Pero aún así, tengo que reconocer que, dispongo de una balanza en medio del hombro izquierdo y el derecho. Una romana que debe pesar, en un continuo equilibro, las fuerzas del corazón y la mente. No siempre van unidas. Creo que nunca van unidas. El corazón es un músculo que produce una agradable sensación de bienestar... y la mente dispara ese potencial hacia dianas, hacia objetivos ambivalentes. Con Sánchez es un disparo de chorro láser, con muy malas intenciones.
Este individuo sigue metiéndose con Ayuso y su forma de llevar la presidencia de Madrid. Resulta que los madrileños están maravillados (como media humanidad) con la capacidad de respuesta a las necesidades de sus vecinos. Pues no. No hace nada bien. Y cuando la presidenta le llama para alguna cosa de especial necesidad se hace oídos sordos. 
Sánchez no debe saber que su persona no es grata en Madrid. Y para más INRI, Carmena no salió bien parada de allí.
En conclusión...
este individuo no me gusta nada. Es un payaso al más puro estilo de circo, para deshonra de los payasos de verdad. Al menos si fuera un payaso y fuera haciendo risa, aún, tendría pase. 
No. Este individuo no tiene escrúpulos y en su casa deberían saberlo. Es un enfermo mental sin ánimo de cura. Un bipolar con el epicentro de su propio ombligo. 
No me gusta este tipejo.

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