jueves, 11 de febrero de 2021

seguimos en tablas...

 ¿hasta cuándo?
El Estados Unidos, de Biden, está divido en dos corazones... uno, con el compromiso que tiene de ser presidente, y el otro, de las negociaciones que tiene toda su familia con China. ¿Cuál de los dos tendrá mayor poder a la hora de decidir qué hacer con el poder que esgrime China contra el resto del mundo. 1.400 millones de chinos son muchos chinos para no tomarles en serio. Y los chinos son gente que se aclimata a cualquier ambiente con tal de contentar a su líder Xi Jinping. Si estuviera otro en el asiento le dedicarían la misma reverencia que al actual. El chino no tiene emociones; están vacíos por dentro. Debieron ser los primeros híbridos. 
Ahora que Biden está en la butaca presidencial del mayor poder actual del planeta... se plantea hacerle un quite a China y bajarle del pedestal de poder, en la sombra (Redes), como en el desplazamiento que están teniendo a lo largo de muchos países, sin darnos siquiera cuenta de que "la ponzoña" está tomando propiedades en la más absoluta clandestinidad. Están escurriéndose por el mundo haciendo como si no estuvieran...,  pero amasando el comercio y destruyendo la industria que pudiera tener... en esos asentamientos hallados. Son un poco como el pueblo judío, pero a lo manso.
Total 
que Biden quiere una China sin Xi Jinping. Quiere una China libre, para un comercio libre. Y, para ello, estima, que Xi debe jubilarse para darle gusto a su primo americano. No sé yo si el primo chino estará de acuerdo en batirse en retirada y dejar que Biden marujee en China como si fuera su casa.
Me hago cruces cada vez que tocamos temas políticos porque notas que no van a ninguna parte. Es verdad que todo un porqué y se desgrana de esa forma... Pero parece todo tan absurdo, tan grotesco, que no adivina uno qué adelantan con estar todo el tiempo zurrándose por las redes y mediante mensajitos. Con indirectas, que diría Gila.
Por desgracia Estados Unidos no está en su mejor momento de presidentes ni de unidad patriótica. Murió el del dedo tieso, el de "Contamos Contigo", y me da que los americanos no están por conflictos más allá de los propuestos para sanar escaramuzas. Demasiados lisiados y muertos como para empezar de nuevo a batallitas fuera de casa.
No es fácil para un país que se ha tenido como imperialista social, y del mundo, tenerse que apaciguar como se apacigua un señor mayor al final de su destartalada existencia. Pero es lo mejor que le puede pasar a ese señor, ya cansado, que mirar al Este y al Oeste y sentirse, aún, vivo.
Creo que es tiempo de decir ¡Basta! a tanto pensamiento bélico, e ir mirando nuevas formas de seguir el rumbo que nos ofrecen las nuevas tecnologías. ¿De qué pueden servir las nuevas tecnologías si no están al servicio de los ciudadanos del mundo?
Líbrenos Biden y Jinping de buscar, solo, extender las fronteras a costa de lo que sea.

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