miércoles, 3 de febrero de 2021

en el punto de mira

 

al parecer, ayer noche y mientras dormía, intentaron matar al expresidente de Estados Unidos Donald Trump. Hay quien afirma que Trump dispone de información del actual presidente Biden, hasta el más joven de ellos. 
Gracias al cristal que disponía en la ventana, pudo ser salvado de una muerte segura, siendo su cabeza la trayectoria de la bala.
Trump se negó en rotundo a llamar a la policía y dijo dejarlo en ámbito familiar. Trump llamó a unos individuos que llegaron a la mansión y empezaron un arduo y meticuloso examen del suceso. Se supone que el francotirador estaba dentro de un helicóptero entre 200 y 400 yardas de distancia. Determinaron que tuvo que ser un experimentado francotirador porque es muy difícil equilibrar el arma con los rotes del aparato, el viento y otros factores necesarios para no errar el tiro. El tiro no erró la trayectoria ni la posición de la cabeza de Trump sobre la almohada. Solo que fue absorbido el disparo por el grosor del cristal empleado. Si no hubiera sido así... a estas horas Trump sería otro presidente asesinado más. 
Realmente hay unos individuos muy escuetos y preparados para solucionar peticiones que no son muy de uso común. Creo que están por encima de los que mataron a JFK.
En Estados Unidos no se andan con chiquitas. Valen menos las vidas que la posición social y la Casa Blanca.
Al parecer alguien preguntó por Melani y, al no hallarla, supieron que siempre han dormido en camas y habitaciones separadas. Melani es una muñeca impuesta a Trump. Una acompañante de relaciones sociales. Se la ha visto, en un sinfín de ocasiones, despreciar la mano de su supuesto marido. Siempre tiene un mohín de disgusto contra su supuesto marido. Por eso considero -como otros-, que es un matrimonio impostado. Como lo es el de Obama y el de otros muchos magantes de la política y de la economía, por motivos -tal vez- de seguridad a la propia familia o porque es necesario que el sujeto en cuestión (soltero) tenga que dar una imagen de buen marido, de buen padre... La hipocresía de la vida empresarial activa, que retrata el sometimiento de la parte familiar por las finanzas, por la empresa.
Bueno,
tal vez esto sea bueno para dar trabajo a señoritas sin otro particular modo de ganarse la vida. Ya tuvimos el ejemplo de las señoritas muy emperifolladas que esperaban a los corredores de fórmula, en los puntos de llegada o salida. Las feminazis se quejaron porque era impropio de las señoritas de rebajarse a las peticiones de los asistentes. Ellas protestaron porque estaban a gusto haciendo ese trabajo y que nadie debería poner puertas a nada. Cada uno/a hace de su cuerpo lo que quiere. ¡Con un par!

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