viernes, 17 de enero de 2020

si la izquierda sigue borrando cosas

al final se van a borrar a sí mismos. Al menos que introduzcan, también, a los curas, dentro de las administraciones públicas y se conviertan en funcionarios. Que no les hace falta porque tienen amaneceres propios para quedarse con una herencia -sin herederos-, cada tres días-. Por lo que el mundo es, prácticamente, propiedad de la Institución o Clero.
Cuando se advierta que el PSOE quiere quitar o rebajar la influencia católica de las aulas, no querrá decir que va a imponer el Budismo, o el Budú, como sustituto... -Vamos -digo yo. En cuyo caso, en la actitud que tomen, deben decirle a Iglesias que retire el peloteo al Papa, el día que fue a verle. Claro, que, podría salir por la tangente: Como político a político. O, ponerse el kipá, y darse de cabezazos en el Muro de las Lamentaciones. Realmente, Iglesias, es un muro infranqueable a sus payasadas varias. 
Con la cantidad de chavales siendo números 1, en sus promociones estudiantiles, para terminar eligiendo un payaso, con portes de payaso. ¡Que alguien le deje la nariz!, único objeto que le falta para estar completo al Marqués de Galapagar. El Marqués de Villa Tinaja. Al Jorobado de Notre Dame. Tal vez su deformidad devenga ocasionada por el peso del badajo... Lo de, NosotrasPodemos, podría ser la clave, la llave o misterio del nombre y el hombre.
Pues lo dicho;
la izquierda, para gobernar muchos años, necesita ir cerrando las puertas a los contrarios. Cataluña quiere cerrar las puertas al resto de españoles. Los socialistas derrotar a la derecha hasta convertirles en estatuas de sal. Dejar que los míos se acerquen a mí, para que nadie más me haga sombra. Y, de este modo, culminar su existencia allá cuando el nuevo diluvio asole el mundo.
Vagos, maleantes, pelotas, lacayos..., les pesa en el alma, como al ego los vítores.
Realmente, ahora, el Demonio ha roto las cadenas y se dispone a encontrar a los Suyos, para dar el golpe final al que le envió a galeras. Yo, en el Cielo, haría tocar las trompetas que anuncien Su llegada. Esta vez, los ángeles custodios, no lo van a tener tan fácil como en el pasado.

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