lunes, 27 de enero de 2020

las cloacas del clero

si ya habían lavado las pollas de los curas, obispos, cardenales, papas, pedófilos, maricones y sectarios... Ahora pretenden lavar los bajos, (la boca de sonrisa vertical), que existe en los claustros de monjas, Hijas de María..., las descalzas..., las desnudas..., esposas de Jesús. Un harén que, por mucho que follara el amigo, llegaría a cubrirlas a todas en toda su existencia. Como el poder del Diablo es tan grande como el del Hijo de Dios, las mujeres se ven sometidas a ardores intrauterinos que son capaces de rezar a Baphonet, a Lucifer, o a cualquier Ente que les venga a la memoria. Si ya la iglesia castigó con penas de fuego a los templarios por sus mariconadas con Baphonet... Imaginaros qué puede hacerse, ahora, que las monjas se dan por enteradas de sus trapicheos amorosos con la Abadesa y demás madres cachondas. ¿Las someterán a la Santa Inquisición, Al Dogma de Fe, de los dominicos? No. Con esto lo que quieren es lanzar -a voz pópuli- la opinión de ateos y creyentes para, con ello, lavar las orgías con crucifijos vaginales que se gastan las madres y novicias católicas. No falta el Cristo empalmado crucificado y tirado en tierra, para satisfacer las necesidades básicas de un matrimonio normal. Así sí se considera establecido el vínculo contractual entre Dios y el pueblo elegido. Por lo tanto las monjas no pecan entre ellas; miembros de culto y señoras de Su Señor.
Que las monjas tienen sus escarceos amorosos lo dijo otra monja mayor a través de los medios de difusión. Literal: "A mí me violó la madre superiora". Hermanas del Buen Samaritano piden perdón a Consuelo Gómez por no estar a la altura de las medidas que tomaron. 
Me habréis leído infinidad de veces que el buenismo no es bueno, y que las palabras bonitas encierran abusos de poder. Por ejemplo: Hermanas del Buen Samaritano. Esclavas de Jesús.

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