miércoles, 29 de enero de 2020

parece que el momento álgido

del coronavirus está finalizando. 
Ahora que nos dicen la cuantía de personas infestadas y muertas por ese virus, de los murciélagos, parece dispuesta a perderse en el olvido y todo, porque nadie quiere alarmar a la masa y no pueden dar respuestas certeras de a lo que nos enfrentamos. Si la OMS lanza la alarma y no contesta...: estamos en peores críticas de la crisis de pandemias. No me digáis que a estar alturas de un nuevo siglo y estamos como hace dos hacia atrás. Y, sobre todo, cuando primero hacen el antibiótico para después propagar la enfermedad. Todos sabemos que hoy, lo que acontece, es porque alguien quiere que acontezca. Casualidades hay muy pocas y rebrotes escasos.
Entonces
¿Por qué han soltado ese virus inmundo?
¿Realmente China es un peligro mundial?
¿Realmente China es el dedo que puede pulsar el botón rojo de pandemias?
¿Están los bunkers preparados para recibir a los ricos, millonarios, multimillonarios y padres putativos del planeta?
¿Será esto la señal de que hay que nivelar -a una cantidad-: el número de personas en el planeta? ¿De siete mil millones a solo quinientos?
¿Tan burros somos que un murciélago puede acabar con la mitad de los humanos habitantes de la Tierra?
¿Qué podría hacer la humanidad si supiéramos que nos quieren matar en masa: tirarnos por las ventanas?
¿Qué podría hacer la humanidad si supiéramos que podemos subir a la luna a marte y a cualquier otro planeta: hacernos pipí a la vez?
Por favor
tonterías las justas y las medias verdades. Queremos estar al corriente de lo que sucede en el planeta porque somos parte del problema y de la solución. Ya basta de tanta estupidez recogida en cuerpos memos, de Papis tontos.

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