estamos en igualdad. Ahora podemos llamarlas de la misma forma que ellas a nosotros. Feminazis de mierda. Parásitas de hombres bobos. Casuística con la definición de los jesuitas. Militantes de fina corteza cerebral...
YO TAMBIEN SOY JOSELE SANCHEZ
Soy de los que buscan la verdad y dejan la majadería para mentes de programa de Sálvame y semejantes...
Estamos tan acostumbrados a que nos mientan que cuando alguien pone rumbo hacia los verdaderos compromisos sociales sean del signo que sean y condenen a quien sea, ponemos los brazos al cielo como si de Dios demandáramos las siete plagas.
Cojones;
estamos los hombres hasta las pelotas de escuchar chismorreos con intenciones malsanas por culpa de cuatro desgraciadas que no saben hacer nada si no es ningunear a otras como ellas para dar el salto a la fama. ¡Fama que no cogerían si tuvieran que hacerlas unas entrevistas o fotografías!
Feas y fama no van de la mano y por ello tienen que hacer cualquier cosa para sobresalir. Bajitas con perfil de camionero y culo de mesa camilla como que se siente internamente una mojigata en el medio que frecuenta.
Rechazada por su indumentaria, su fisonomía, sus prejuicios sociales... termina siendo una piltrafa para los hombres y las lesbianas. Aunque, a estas, les gusta lo cochambroso de la sociedad feminazi. ¿Por qué?, porque saben que no ha habido ni habrá una polla que se meta en semejante conejera. Y las hombrunas persiguen ese perfil desaliñado... Perfil que hace referencia al hombre que no tendrán jamás... Por mucho que se desplacen a la iglesia de San Nicolás a pedirle lo imposible. Hay imposibles que ningún santo ni siquiera Jesús sería capaz de realizar.
Quitaros de la cabeza que vais a poder -con vuestras artimañas- con los hombres; todos somos JOSELE y a vosotras os encontramos ejerciendo la prostitución.
¡A mamarla, cabronas, feminazis!, que estáis intentando que las madres vayan contra sus propios hijos, por ser hijos y no hijas. ¡Mentecatas!
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