y en ello están el gobierno de la Nación y los partidos (ya no solo partidos, sino zarrapastrosos políticos) preocupados en desmembrar España.
El único presidente votado por mayoría en sufragio, Rajoy, se ha vendido a los golpistas, a los golfistas, a los separatistas, a los mamarrachos de las comparsas masonas y jesuitas. Estamos a un tris de cambiar -al cinto por cien- las líneas políticas españolas. Estamos a un tris de que España salga del euro como lo está Italia. ¡Caos técnico! le declaran a Italia las fuentes periodísticas españolas. Qué coño de caos técnico, si lo que ha habido ha sido otra corrupción del carajo y una intromisión maquiavélica de las huestes judeo-masonas. Todo aderezado con una mafia galopante a modo de virus que tiene enquistado el cuerpo de los italianos. España, lo mismo. Sometidos a un salvaje ajetreo de negociaciones requeridas por sus amos internos y externos. Presiones de unos y otros bandos venidos de todas las partes de la galaxia política española que asola, no solo a los españoles, sino denigra la castuza dirigente que tenemos: desde el monarca memo y simplón, hasta las más altos estamentos sociales. Todo el mundo está comprado o vendido o amenazado y de esta guisa no se va a ninguna parte con calzón puesto. A río revuelto, ganancias de pescadores. Y vaya si va revuelto el río, y vaya si van ganando los pescadores que uno ya ha picado por 600.000 euros la vivienda del perro y su hembra. ¡Y estos eran los del pueblo; los representantes del pueblo!, ¡joder si llegan a ser de los del PPSOE! Señores: son zorros y como zorros hacen zorrerías y al pueblo no le queda más remedio que cazar al zorro a base de sacarles de la política. ¡Pero a todos!, que no quede uno ni viviendo ni robando a las sufridas gentes trabajadoras.
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