Claramente...: No.
Otegi es un niño malo de las huestes apostólicas-romanas; de la secta los Nazarenos, donde militaba Pedro, (el que negó tres veces...; el que cortó la oreja del romano...) a quien le han concedido silla o sillón, como sello de oro, en las mismas entrañas infernales dentro del Vaticano.
Y eso mismo le han hecho a Otegi: le han abierto las puertas del infierno para colocarle en la silla de las administraciones públicas vasco-navarra. Sigue insuflando dinero público a las arcas de la Iglesia..., que tanto les ha acogido y escondido bajo sus faldas (-como madre piadosa-) de las persecuciones de los Cuerpos del Estado.
La Iglesia sigue estando al lado de los matones, sublevados y cobardes. A los etarras porque les ha dado de mamar...: cual María a su difunto hijo; a los traidores porque manejan el poder de aquellas comunidades de las que se alimentan.
La Iglesia sigue estando al lado de los matones, sublevados y cobardes. A los etarras porque les ha dado de mamar...: cual María a su difunto hijo; a los traidores porque manejan el poder de aquellas comunidades de las que se alimentan.
¿De qué le botarían a Puigdemont los 400 curas mierdosos del Palmar catalán? Otegi pertenece a las mismas hordas luciferinas y se permite el lujo de culpar al Estado de no estar preparado para la paz. Los que no estaban preparados para morir fueron las víctimas y las hubo de todos los tamaños y edades...
La paz viene cuando hay guerra entre países pero... No, cuando las fuerzas del Estado intentan arrestar a asesinos a sueldo religioso. Aquí no existen dos bandos. Solo asesinos y traidores. Y España, por desgracia, sí paga a traidores y a asesinos.
Espero que ambos sean retirados, olvidados de la historia de España en la que nunca debieron gobernar.
Espero que a Otegi se le borre de la faz de la tierra como han borrado a Hitler.
No hay comentarios:
Publicar un comentario