China ha llegado al convencimiento de que son muchos y hay que proteger los intereses de los chinos, aunque piensen que los más viejos han de ir muriendo porque son una carga para el Estado chino; por supuesto.
Como son muchos y piensan más que comen..., les ha dado por construir una gran muralla bajo las aguas colindantes a su territorio. Una forma de amurallar inteligente y con la escusa de que lo hacen para protegerse de los submarinos de otras potencias. En este caso americanas.
Pero, ¿son esas sus pretensiones?
Bajo el agua no.
Amigos...
China necesita mucha comida de todo tipo. Es un país que gobierna desde que el mundo es mundo y tiene el monopolio de lo creado. Son descendientes de las culebras del antiguo testamento y la creación. Son inteligentes, tienen un alto control de observación, de duplicar... en definitiva: de supervivencia.
Para los occidentales su sistema de abastecimiento era lo que corría y volaba. En muchos pueblos los peces consumidos eran de agua dulce. Del mar ni se pensaba.
Los chinos llevan comiendo cualquier animal desde que bajaron de las profundidades del universo. Se comen todo bicho viviente que tenga ojos, y los que no... también.
Ratas, perros, serpientes, saltamontes, hormigas, orugas...
¡Che tú!, todo. No hay nada que no les vaya bien para sus intereses personales o comerciales.
Están diezmando los mares hasta la corteza terrestre. Están matando elefantes, rinocerontes, todo aquello que lleve cuernos: hay algún que otro humano con cornamenta colgado de una pared.
¡Algo demencial!
Pues esa fauna, flora, y demás seres territoriales los quieren conservar dentro de esos espacios naturales submarinos para su consumo personal...
La escusa: los submarinos amarillos americanos...
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