viernes, 18 de mayo de 2018

PPSOE y Soros

El PP y la ficción más grotesca: "Mostramos nuestro compromiso con el colectivo LGTBI"
¡mal lenguaje corporal!
 Máxime, cuando nos están introduciendo la homosexualidad como algo hegemónico con los tiempos que corren. Todo en pro a los experimentos que están llevando a cabo en los conflictos bélicos donde operan solo soldados homosexuales. 
Como observantes a la determinación que tomen aquellos homo vs. homo... en campo de batalla...
El judío Soros está alentando a la Serpiente del Edén en cambios internos individuales y de resultas, en los familiares.
Se están metiendo en los hogares, no solo a nivel de artilugios visuales (tv) si no que se les está permitiendo, por moda, cambiar los conceptos para que todo esté bien sin ética o moral. Luego preguntamos dónde ha quedado "el respeto". El respeto era un método de conducta hacia aquellos que representaban los valores ancestrales. Los mismos valores que se está cargando el judío Soros.
Los judíos están en su plan de unificar el pueblo de Dios, sin medida. No, ¡ES! una unificación por elección divina, sino por manifiesto materialismo. 
Entonces -yo pregunto-: ¿quién era o fue el Ser que se le apareció a Moisés?...
¡Pamplinas!
Aquí tenemos al presidente de Gobierno español en pro de los procedimientos que está tomando un judío satanista. 
(El proyecto de la UE es la realización en la práctica del proyecto PANEUROPA del cripto judío Conde de Kalergi, plan que tuvo a sus mayores valedores ya antes de la II GM en W. Churchill y el conde de Rothschild y su propósito es la desaparición de las poblaciones autóctonos de Europa mediante su mestizaje con constantes oleadas de asiáticos y africanos para que esta fuera dominada por una "raza superior espiritual judía" en las mismas palabras del Conde de Kalergi: cripto judío él mismo y sus hijas todas casadas con judíos.)
Si mal no recuerdo el PP, por boca de Mariano, estaba en contra de las homosexualidad. Es bien conocido el recurso a la ley de matrimonio igualitario.
¡Aguas de borrajas! 
¡Electoralismo!

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