Diaz Ayuso robándole la cartera a Felipe VI. El monarca super enfadado porque la cartera, de normal, se la deja encima de la mesita de entrada a la derecha.
¡Qué curioso que ahora todo lo que hace la derecha están prestando demasiado atención a sus movimientos.
Ha sido empezar la movilización de la izquierda hacia la presidencia de Madrid y la Cadena Ser rogando a los podemitas a que se sientan como en su casa. ¡Se sienten, coño! Y, no así, a Monasterio porque, como bien dicen los contertulios, a Vox no hay que permitirle lo que se les ha permitido a ellos a través de los asaltos al Estado en Cataluña. Lo que hagan los catalanes, los etarras, los podemitas, los socialcomunistas al completo... eso está todo bien.
La verdad es que Ayuso debe estar falta de pasta para dirigir la comunidad y está intentando sacar de los que, supuestamente, tienen pinta de portar valor alguno, si no es así, vaya representación tenemos los españoles. Con tanto que les había dado el viejo... y ahora resulta que no tienen para tomar un café en la plaza del Sol. Que, por cierto, nadie sabe donde tiene aparcado el esqueleto, el emérito.
Por lo que parece, Monasterio, la ha liado parda en La Ser, al enfrentarse al payaso de Iglesias. Monasterio le tiene muy calado al bala podemita y no le consiente que jueguen con sus cartas marcadas. El podemita Iglesias se ha levantado del semicírculo, con un ataque de vergüenza por haber sido ninguneado por una chica de VOX. No soporta que las chicas de VOX se le suban a la chepa; no le ha sentado bien que Monasterio no haya condenado la carta con las balas dirigidas a él (Pablo), Marlaska y María Gómez. ¿Cómo va a condenar la carta si ellos no condenan las agresiones que están recibiendo por parte de los etarras en sus mítines? Es que son ellos quienes provocan a la gente. ¿Gente que no son del barrio, Pablenin?
Nos enteraremos enseguida del rédito que les va a dar, ahora, la carta que han recibido mandados, supuestamente, por los familiares de los fallecidos por covid, responsables -de su cuidado- por Iglesias. Quien les ha dejado morir sin la presencia de sus familiares. Que, cuando pedían medicamentos, les mandaban placebos. Yo sí hubiera mandado un buen paquete con una polla con la cara de Otegi, incendiaria, a su puto chalet de mierda.
Sinceramente no veo yo a los familiares reunidos en fraternal misa negra, a compadrear acerca de lo que les pueden hacer a los tres personajes del cuento. Y, por supuesto, a comprar la munición a los militares que, ¡oh sorpresa!, también les habían amenazado. ¡Qué buenas personas Iglesias y Marlaska!
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