jueves, 18 de noviembre de 2021

no me jodas

 No me digas que los grandes pensadores, los Dalai Lama, los Jesús de la Biblia, los santos en general y algunos en particular, tenían esas visiones porque se ponían ciegos a base de hierbas sacrosantas. A saber: El Cannabis. Mira tú por dónde, después de un simple nombre, de un registro de invernadero, me han jodido la vida y mis creencias. Yo que siempre pensé que la iluminación venía después de un trabajo hacia la introspección y resulta que con una simple hojita de Cannabis, hubiera sido ganado el aro de la eterna iluminación. No hubiera hecho falta tener luz (y tan cara) en el domicilio, ni en nigún otro lugar oscuro. El Cannabis. Con qué gran estilo se nombra lo que en tan poco esfuerzo te reconforma el cuerpo y el alma. ¿Estará el Cannabis autorizado en el Cielo? Sí ya sé que en las farmacias también está autorizado, pero con fines placebos, y receta médica. Unos atrasados. De otra manera estaríamos todos como en el Paraiso: iluminados. Con el aro ganado.
Ese aro que te lo concede la Gran Logia de los masones. Solo necesitas un gran convencimiento de que son (y lo son) los dueños del mundo a través de familias como los Rothschild. Hay doce más. Como las tribus de Israel. O, los 13 poseedores de las monedas de Judas. Los Iscariotes. Los que poseen la ambición de atesorar todo el poder, poseyendo todo lo que se construya o sea necesario gobernar. Su ambición es la misma que la representación de Judas, en la Historia Sagrada o religión. 
En realidad son los mismos judíos que mataron el Bien personificado, al que tanto critica el Papa Negro, Franc. Bien supieron quitar al anterior, lo raro es que no se lo cargaran con el socorrido té y el cianuro. Si no que se lo pregunten al papa Juan I. Muerto a los 33 días. ¿Casualidad? En los estadios de poder no existe la casualidad. Se busca.
Este es casualmente el recorrido que han estado dando los sionistas en sus más variadas vertientes. 
En sus más diferentes sectas de oscurantismo: en la que tantas personas, de Bien, han sucumbido por la esencia, ocultista, de sus contenidos. Una enseñanza rastrera, diabólica, programada. Una ingeniería social al más puro sentido judío. Son la sinagoga de Satanás: la historia secreta de la dominación mundial judía.
Su linaje viene desde que se consideraron el pueblo elegido y lo dejaron por escrito. 
Inaudito.
Como inaudito el conocimiento gnóstico de los extraterrestres y los textos encontrados en Nag Hammadi. Han aparecidos textos muy sospechosos, como necesarios a descifrar escritos antiguos. Demasiada casualidad. 

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