lunes, 29 de noviembre de 2021

muy mal estamos

 cuando reclamamos la presencia de los hijos de Yahve. Carlos Jesús se sentirá feliz viendo los 13 millones de naves venir hacia la Tierra a rescatarnos de nosotros mismos. Muy claro lo deben de tener en la galaxia cuando vienen zumbando a rescatar a los Hombre G, a las 13 familias que gobiernan este mundo, y a las 300 sociedades que viven de cumplir las Normas que les obligan los 13. De ahí, que, les hayan metido caña a los extraterrestres de Humo y la Congregación Galáctica, para que se apresuren al rescate, que no se demoren, no se vayan a perder lo mejor de la existencia terrestre. 
Yo espero que se lleven sin tardanza a Mariano Rajoy, a Sánchez, a Zapatero, a Biden, a Maduro, a Putin, a la reina madre, a Bil Gates, a Soros, a Puigdemont, a Junqueras, a Torra, a Otegi y su grupo de matones, a Revilla y sus anchoas, a todo "hijo de puta" que tengan conocimiento existe en el planeta. A los reyes se los pueden llevar también dado que no son oriundos de la Tierra y a lo mejor les echan de menos en sus planetas de origen. Que nos dejen a los demás padecer las atrocidades por el cambio climático, sin tener que aguantar a Algor machacarnos con su libro del Cambio Climatico. 
Creo, sería conveniente, que los extranjeros venidos o bajados de las estrellas al Rescate: no tengan miramiento en llevárselos. Nos haríamos deudores con ellos, y sabemos que nos costaría Dios y Ayuda para <<ello>> pero más perdemos teniéndoles de dirigentes terrícolas. No preocuparos que con todo lo que les damos a toda esta gentuza, tenéis suficiente para echar gasolina durante el trayecto de ida allá donde hayáis pensado dejarles. A tomar por el culo a tanto infame, caradura, mentiroso, traidor, y payasos varios, con perdón a quienes se gana el pan vestido del uniforme de payaso.
Cada día que pasa nos sentimos más asqueado que el día anterior de verles disfrutar de la vida mientras nos complican la de los demás. No hay un solo día que haya problemas con los políticos de turno. No hay un solo día, en el calendario, que nos podamos dar con un canto en los dientes. No hay un solo individuo que podamos darle la confianza para gobernar el mundo sin que tenga que matarnos a casi todos, infectarnos a todos, e impidiendo que valores tu vida, por tí mismo. Así, en este puto estado del mal, nos hallamos, por incapacidad mental de los representantes del pueblo. 
Por favor, Dios, haz que tus muchachos bajen pronto y nos libren de este pueblo mío que cada día es más del Diablo que Tuyo. Ah, no te olvides de llevarte, también, a tu representante el viejo genocida Blanco Ariel. Que, por cierto y sin que sirva de chivateo: te suele insultar muy a menudo cuando está en la presencia del demonio. Sabrás que tiene uno al lado que no le deja y a sol y a nombra. Le vela en sus sueños y le introduce maldades tuyas a conciencia relajada. Este señor es un impresentable y no nos lo dejes por favor... Amén.
Moradores del centro de la Tierra.
Fijaros si lo tenemos mal en la superficie que no son capaces de subir a visitarnos. Y si tuvieran la más mínima intención de subir ¿a quién se dirigirían a saludar?
Por eso no suben... 
Saben que les sería muy difícil encontrar dignatario para tal encuentro.
Seguro estoy que a los cuatro días estarían tirándoles bombas para sacarles de sus casillas, primero; y de su habitáculo, después. Estos habitantes solo tienen amistad con los Dalai Lama, cuya entrada se encuentra en el Himalaya. Una puerta forrada de hierro, labrada con árboles, fauna, y serpientes parlantes. Imagino que la contraseña una palabra atlante que destruya el sortilegio que mantiene a la puerta cerrada. O, tal vez, no haga falta abrirla, sino traspasarla, rompiendo el sortilegio. En cualquier caso, la puerta existe, porque los Dalai Lama son los guardianes, de por vida, del mundo subterráneo.

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