viernes, 26 de noviembre de 2021

cuanto más se retratan

más gente se desvincula de su nefasto y mísero sistema de control mental ciudadano. 
El socialcomunismo está que rezuma estupor, miedo, y desmadres a la carrera intentando que VOX no les moje la orejita. Pero es que VOX no necesita mojar la orejita a nadie, porque ese nadie ya hace porque a los de Abascal, cada día, más gente les impulse a votarles. Y mientras a los socialcomunistas les vocean por la calle cuando les ven pasear... a los de Abascal les saludan desde los andamios, los barrios pobres y los barrios ricos. Y eso es lo que les reconcome las entrañas a los socialcomunistas como si del virus del murciélago se tratase. Pero ¿es que hay cosa más importante que tener la cabeza mejor amueblada de los diputados; del Parlamento? Eso es lo que ha calado en la mente de los ciudadanos españoles. Algo que hacía muchos años que no pasaba: el interés de la gente para un cambio de proporciones inenarrables. Y, VOX, tiene los argumentos para el cambio.
Por ese motivo los socialcomunistas con los etarras y separatistas se están oliendo la tostada y no les gusta nada el cariz que está cogiendo el pan. Ese es el motivo por el que están arreglado los presupuestos bajo mano, fuera del Parlamento, a escondidas como lo que son: chorizos, bananeros, terroristas y sepultureros. Por mucho que Olón le dé por gritarlo para hacerse querer de terroristas. Sus propias caras demuestran la negrura del hábito de la muerte. Son negros. Son oscuros. Son siniestros. Han elegido a los mejores representantes del mal en España. 
Pero...
hay alguien que les tiene calados y no desfallecen a la hora de plantarles cara con toda la inteligencia, de la que carecen sus opositores. Sin las armas son los curas a los que fueron llamados a ser. Tienen las dos caras de las monedas de judas. Poco a poco se irán colgando, como hizo el traidor. 

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