martes, 20 de julio de 2021

cuánto monstruo suelto

Encuentro todo tan ridículo que no sé por dónde empezar. 
Aquí tenemos a Steve Jobs, el fabricante de <<Apple>>, llamando a la gente a consumir su producto. Un producto que lleva incrustado, en sus moléculas materiales, la sangre de inocentes bebés abortados.
Aquí tenemos a la Iglesia contra el producto, <<computadora>>, por hacer mención de la manzana del Pecado Original. Y ¿de qué está manchada la iglesia católica vaticana?: del abuso a los niños inocentes que no han sido pasto del fabricante de ese trasto, del demonio, llamado ordenador. 
Creo que el demonio ha estado muy entretenido entre confundir a Steve Jobs en hacerle millonario por su alma; y en introducir la llama del deseo carnal en las mentes de los sacerdotes rompiendo el celibato.
>>Dejad que los niños se acerquen a mí; de ellos es el reino de los cielos. 
>>Cuanto le hicisteis a uno de estos hermanos pequeños, a mí me lo hicisteis.
No sé dónde hay controversia en las enseñas del demonio. Para beneficio del demonio está metido en todas las instituciones públicas y privadas; y en las almas de todos los terrícolas. Nos enviaron aquí porque tenemos los mismos genes que el desgraciado del diablo. Y, como le dijo Jesús: "Estás abocado a Amar. En ese mismo instante nos dio la seguridad de que podemos alzar nuestras almas en pro de nuestros comunitarios vecinos, hermanos y actos. Nos abrio las puertas para que <<"un día">> seamos dueños de nosotros mismos. Ese día seremos libres de las garras de la maldición. No nos dejemos guiar por otro que tiene los mismos problemas que tú. Desengánchate de las garras de aquellos que quieren salvarte. 
En todo caso nuestra mente está acoplada a una plantilla virtual. Todo lo que vemos no es real; todo lo que percibimos no es real, es fruto de nuestra mente computerizada. ¿Por que existen los ordenadores? No. Porque nos han creado con Codigo de Barras. Siempre he dicho que la Naturaleza no era tan sabia... Porque me he dado cuenta que, la muerte, suple ese mentira. Le hemos dado valor Natural a la Muerte, que no tiene. La Muerte es el plasma distorsionado en el que nos reflejamos a nosotros mismos. La Realidad es otra. La Muerte es el cúmulo de idioteces que llevamos dentro y nos obligamos a compartir, dándole cuerpo de realidad. Si no deja de ser una ficción al segundo siguiente. Lo que haga por mí mismo, será, 100 por 100 más real, que lo inducido por otro. Cada vez que me dejo influenciar es una piedra en el camino del burro.

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