Ha sido llegar VOX a la política y cambiar la fisonomía del paisaje. Toda la formación a una como si fueran mujeres y hombres listos para una pasarela en Madrid y un piquito de oro para divulgar mensajes... y éste, amigos, ha sido lo que ha cambiado el disfraz de Iglesias vestido de Jorobado de Notre Dame, y de paso que Rufián le preguntara a Abascal si iba adecuadamente vestido, al Parlamento. Eso ya es como para buscar el símil entre el éxito de Ayuso y el modelo que imitan los arrapados socialcomunistas ante los demás ministros. Están cambiado la política en España. La gente les imita y mira tú, por donde, hasta el mismísimo Iglesias. Ha cambiado la cara para ver si así se anima la gente a saludarle, al menos. O, tal vez, haya sido la nueva conquista comunista. Y ahora, qué, se preguntará Irene sin macho a quien abrazar cuando la gente se ríe de ella con esos aforismos ridículos que ha elegido para llamar la atención del mundo. No le veo a Pérez Reverte escribiendo sus artículos y libros con esas terminaciones memas y ridículas.
Aquí tenemos a Alberto rezando para que no le toque el turno de cortarse las rastas. Va a ser muy difícil que Alberto se parezca a Iglesias a no ser que le parta un rayo y le deje combado.
Aún así, creo que, Alberto, debería pensar en cortarse esa cantidad de mierda que cogen las rastas cuando no te lavas adecuadamente.
Se puede ser comunista, pero con un grado de limpieza. No le costaría mucho plantearse el tema de la ducha y ropa limpia. Imagino que, ahora, se planearán abrir un nuevo chiringuito con el rótulo: Unidos Limpios Podemos.
Iglesias se va a incorporar a Hollywood. Le han convertido en Brad Pitt, con esa barbita pueden convertirle en pirata malo, no le costaría mucho tomar el papel.
Menuda gente tiene mi patio.
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