sábado, 15 de mayo de 2021

15M: Movimiento Hippie

 diez años después de aquella sentada en Puerta de Sol, de Madrid, por lo más cutre de la sociedad Hippie socialista, muy dada a hacer ese tipo de quejas cuando no son los tuyos los que gobiernan. Un movimiento hippie trasnochado que ocupó el punto cero de la capital española, y de donde sacaron rédito determinados individuos e individuas que le echaron cara y rostro y tiendas de campaña, para que quedara constancia de que allí hubo un movimiento socialista pacifista (que es lo que representa el socialismo), con movimiento interno de profesores y otros más para la posteridad, y de donde sacaron fruto maduro algunos y algunas como Ada Colau, activista social a política y alcaldesa en Barcelona. Una enchufada que echándole jeta subió donde nunca debió estar. Es lo peor de lo peor en política y de alcaldesa. Pero es lo que tienen los tipos y tipas que se definen socialistas: una boca ancha, un desprecio a lo demás, y un enchufismo que nubla los sentidos. A eso lo llaman socialismo pacifista. Que es lo más común en el comunismo. Ya lo estamos viviendo en estos momentos de gloria del socialcomunismo que impera en España. Eso fue lo que se vio y vivió en Madrid el 15M, movimiento socialista. Una acampada que les tuvieron que echar del, Punto 0, porque había hasta ratas afincadas con la  cochambre comunista. Pero es lo que se lleva y se llevará. Mola mucho cuando todo un país, una comunidad, se ve herida por cuatro individuos (de rostro como el cemento) pidiendo atención para ellos y desprecio para el resto. ¿Fueron todos los presentes agraciados con una alcaldía? Creo que no. Más bien era una forma de movimiento para mover a los que estaban ya elegidos. Es el mismo movimiento que han hecho con Iglesias para terminar donde está a punto de terminar. Movimientos logísticos cara a la galería para que nadie se de cuenta de lo que sucede y, cuando se da cuenta, el caso ha pasado y no se habla de ello. En todo hay un punto álgido que cuando se toca desciende y no se vuelve a tocar de nuevo. Hay un estallido, una explosión, que debilita el asunto y nos quedamos sin caso o suceso.
El 15M estoy seguro que la mayor parte de la gente lo vivió como un picnic de Navidad y, no, como un activismo para remover cimientos. Lo suficiente para colar a Ada Colau y a algún que otro enchufado a la política de Tócame Roque. Les salió bien y diez años después se juntan a celebrar la gran idea que tuvieron de engañar a la población como si de un movimiento político hubiera sido. Cuatro miserables socialistas riéndose de los que tenían alrededor sin saber bien, a qué habían ido o estaban haciendo allí.
ni ellos mismos saben componer el putle que montaron el 15M. 
Son, realmente, patéticos como personas y como pensantes.

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