sábado, 5 de febrero de 2022

nos preguntamos

 ¿por qué nadie socorrió a René Robert?
 
Este señor era fotógrafo especializado en el arte flamenco. De procedencia suiza, y que ha muerto en una calle céntrica de Paris. De París al Cielo, suelen decir los enemorados que hacen su luna de miel en esas románticas noches parisinas. Imagino que hasta la muerte es algo romántico en Paris. 
La tragedia es que: en  todas las ciudades del mundo alguien muere sin que nadie le haga caso. Nos están enseñando a ser individualistas. Que tenemos que meternos en nuestros asuntos y, sin embargo, se llama asesina a una población que pasa por tu lado sin sentido de socorro. ¿Y si al socorrer a alguien te denuncian por haberlo atropellado, empujado, etc.? Esto también ha sucedido para desgracia del denunciado sin causa. Sin ir más lejos a una persona conocida le denunciaron por socorrer a un ciclista que había caído por un terraplén. Lo recogió lo llevó en su coche al hospital y, el mismo ciclista le denunció por haberlo atropellado. Con este ejemplo llámame asesino las veces que quieras pero la experiencia es para una vez...
Infinidad de gente duerme en las calles porque su libertad está en elegir dónde dormir y en qué condiciones. Hay muchas administraciones públicas y privadas que dan cobijo pero "los hombres libres" prefieren no ajustarse a horarios. Las normas de los cobijos no les gusta, y prefieren dormir bajo puentes o bajo cornisas que someterse a un control, sin control, porque te pueden hasta robar en los albergues y no enterarte hasta el día siguiente que el ladrón ya ha desaparecido. O sea que el control es más de horarios que de supervisión y vigilancia.
¿Hay que someter a cierta gente a las normas establecidas por el funcionario de turno?
Bajo mi punto de vista nadie debería estar en la calle viviendo, como tampoco pidiendo. 
Pocas personas en España están sin una paga de larga duración o cobrando otra mientras se arreglan sus papeles. Pero no olvidemos que esta gente sigue viviendo en la calle por mucho que les des. Han comprendido su vida bajo ese estado de libertad aunque, se contradigan, por arrastrar un carro con infinidad de chatarra como mobiliario personal. El mundo de la calle es muy difícil de definir si no vives... o conozcas a alguien que vida... en, ese..., su estado de "libertad".
Muchos padecen trastorno de personalidad y llevan un control médico. Lo que no sabemos es si lo siguen o venden las pastillas.
Por desgracia muchos mueren, todos los días, en la calle, en cajeros, en sitios inverosímiles. Pero se han sentido libres de no haber hecho lo que todo el mundo hace de normal: supeditado a una empresa; sujeto a normas de convivencia; sujetos a... 
¡Que descanse en paz este fantástico fotógrafo suizo!

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